Siria, 14 años de guerra y 55 años de reconstrucción

Imagen de archivo de varias personas comprando en un zoco de Damasco. EFE/EPA/YOUSSEF BADAWI

Damasco, 7 mar (EFE).- La caída del régimen de Bachar al Asad el pasado mes de diciembre ha dejado expuestos los desafíos económicos de la nueva Siria, que intenta ahora sobrevivir pese a la falta de turismo, caída de las exportaciones y aún bajo bloqueos financieros globales.

Un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) publicado a finales de febrero avisa de que los 14 años de conflicto civil en Siria han revertido casi cuatro décadas de progreso en áreas económicas, sociales y de capital humano. Según el informe, la economía siria no alcanzará los niveles previos al conflicto antes de 2080, si continúa con la tasa de crecimiento actual.

En la capital del país, Damasco, la economía local se resiente ante la falta de turismo, un pilar clave para muchos sectores, y la imposibilidad de exportar productos y materias primas a países extranjeros, como por ejemplo el conocido jabón de Alepo.

Sin destino

En un almacén en el zoco de Damasco, decenas de pastillas de jabón etiquetadas en francés se encuentran guardadas desde hace dos meses a la espera de encontrar su destino final.

Su dueño, Haissan Wassim, explica a EFE que “la venta ha disminuido, antes de la caída del régimen había mucho extranjero y podíamos exportar a China y a otros países, pero ahora no podemos y nuestra profesión depende más de los extranjeros que de los locales”.

Haissan añade que “las sanciones antes eran un obstáculo, pero ahora se ha agravado mucho la situación y ven a Siria como un país inestable”.

Añade que “los damascenos estamos listos para exportar, pero no podemos”.

El comerciante se refiere así al “limbo” comercial en el que se ha quedado Siria, ya que bajo Al Asad, y debido a las sanciones occidentales, sólo podía importar y exportar productos a ciertos países como Rusia o China bajo acuerdos específicos.

Con la caída del régimen esos acuerdos han quedado cancelados y productores y vendedores sufren, ya que dependen de las ventas internas mientras buscan otros destinos que no terminan de aparecer.

El jabón de Alepo -hecho tradicionalmente con aceite de oliva y laurel- es considerado uno de los más antiguos del mundo, también es un símbolo cultural de la ciudad, una urbe que ha sufrido grandes estragos durante la guerra que afectó gravemente la producción de este producto. Recuperar esta industria aportaría a la recuperación del país.

Se estima que el 90 % de los sirios viven ahora en pobreza, y el producto interior bruto (PIB) del país ha disminuido a menos de la mitad desde 2011. La tasa de desempleo se ha triplicado, con una de cada cuatro personas sin empleo, y la infraestructura pública destruida ha agravado aún más el impacto del conflicto.

Para acelerar la recuperación en 10 años, la tasa de crecimiento anual debería multiplicarse por seis, y por diez para lograr la recuperación total en 15 años.

Sanciones

Las sanciones internacionales – fundamentalmente de la Unión Europea (UE) y los Estados Unidos- son centrales en el problema.

Fueron introducidas a partir de 2011 como respuesta a la violenta represión del régimen de Al Asad contra los manifestantes durante las protestas de la Primavera Árabe.

El Consejo de la UE suspendió el pasado 24 de febrero algunas que iban contra los sectores del transporte y la energía, con la intención de apoyar una transición política y acelerar la recuperación económica.

Eliminar las sanciones ha sido el principal pilar de la política exterior del nuevo gobierno encabezado por Ahmed al Sharaa.

“Las cosas no son como antes de la caída del régimen, las ventas han disminuido, pero la situación empieza a mejorar poco a poco”, explica a EFE el dueño de una perfumería en el bazar de Damasco.

El turismo nacional, pese a que ha crecido debido a la vuelta de muchos refugiados sirios de distintas partes del mundo, no puede sostener las cifras que aportaba el turismo internacional, como concuerdan los comerciantes del zoco de la ciudad.

Los comerciantes creen que el principal motivo de esa caída de turismo es la inseguridad que genera actualmente el país, el cual se encuentra en una fase de estabilización.

Durante los 14 años de conflicto, se calcula en 800.000 millones de dólares la pérdida en el PIB, la pobreza extrema se ha multiplicado por seis, 618.000 personas han muerto y 113.000 siguen desaparecidas, y casi 6 millones necesitan apoyo económico para tener una vivienda, relata el informe del PNUD.

También concluye que la recuperación económica de Siria pasa por una estabilización política y la revitalización de sectores clave para permitir reducir la dependencia de la ayuda externa y abrir el camino hacia un futuro próspero.

Edgar Gutiérrez