Alberto Ferreras
Zamora, 26 jun (EFE).- La Asociación Siria en España ha encontrado en la red social TikTok un aliado para aglutinar a la comunidad de refugiados de ese país, canalizar la problemática específica que tienen algunos de ellos y ayudar a cincuenta familias que han llegado desde enero deportadas desde otros territorios europeos, y que están en España en un limbo jurídico.
Las inquietudes de los refugiados de ese país que ha vivido más de medio siglo de duro régimen dictatorial y trece años de guerra civil antes de la ventana de esperanza que se abrió hace ahora seis meses las canaliza el zamorano Majad Hamdan, presidente de la Asociación Siria en España, a través de su cuenta de TikTok, ‘@magd.hamdan’.
Este informático, que lleva nueve años en España, hace uno o dos directos semanales que le sirven para ponerse en contacto con otros compatriotas y tejer una red de solidaridad ante los problemas de empleo o, sobre todo, de acceso a la vivienda que tienen muchos compatriotas.
La paralización y el retraso en la concesión de asilos o la inexistencia de un programa de retorno voluntario a semejanza del que existe en Alemania son algunas de las quejas de los sirios en España, pero por encima de ellas hay un problema perentorio: el de las familias que tras llegar a España emigraron a otros países europeos como Países Bajos, Alemania o Bélgica.
«Los están devolviendo a España, les deniegan el asilo, los montan en un avión, los traen aquí y que se busquen la vida», denuncia a EFE Majad Hamdan, que ha conocido desde principios de año los casos de unas cincuenta familias que se han visto en esta situación.
Solo en las últimas semanas han sido cuatro familias con niños las que han llegado sin nada y sin poder acceder a ayuda por el limbo jurídico en el que se encuentran, ya que al irse de España a otros países europeos abandonaron el programa de acogida y ahora no tienen derecho a volver a él.
«Estamos hablando con las ONGs y todo tipo de asociaciones que puedan ayudar a los refugiados, pero no encontramos solución», reconoce Majad Hamdan, que explica que muchos de ellos dejaron el programa porque tenían familiares en los países a los que iban y algunos por la mala experiencia que vivieron con la Fundación Apip Acam.
Hamdan alerta de que numerosos compatriotas le han trasladado los problemas que han tenido con esa fundación, que contrastan con el buen funcionamiento del programa cuando lo gestionan otras organizaciones como Cruz Roja, Accem o Cear.
Una red social de ayuda a los compatriotas

Ante la problemática de los sirios que entraron a Europa por España, marcharon a otros países y ahora les han obligado a regresar a España, la Asociación Siria en España ha logrado encontrar un sitio donde dormir a diez o once familias de esas cincuenta gracias a la solidaridad de otros compatriotas recabada a través de TikTok.
Aun así se trata de una solución provisional y que no ha llegado a todos los afectados.
Junto al problema de acceso a la vivienda en España, que se agrava cuando se da el binomio de ser una familia extranjera y con niños, Hamdan también alude a otras problemáticas como la paralización de las concesiones de asilo.
Los refugiados que llegan a través de Acnur consiguen los papeles en unos meses, pero los que vienen por su cuenta desde Argelia a través del mar en algunos casos tardan hasta tres años en obtener los papeles y «desde la liberación de Siria los trámites de refugiados están parados».
Sin retorno voluntario
Con la caída del régimen de Bachar al Asad el pasado diciembre, algunos sirios en España se han planteado regresar a su país, pero en España aún no existe un programa de retorno voluntario y no pueden costearse el viaje sin ayuda, pese a que «ante las dificultades de trabajo o de vivienda, dicen que en vez de sufrir aquí, mejor en nuestro país, que ahora está bien», explica.
Cuando es preguntado por el conflicto entre Israel e Irán, Majad Hamdan indica que el parecer mayoritario entre sus compatriotas es el de «que se peleen entre ellos y no nos afecten a nosotros, porque si uno es malo, el otro es peor».
Aclara que ambos países fueron enemigos de los sirios, Irán por apoyar el régimen de al Asad e Israel por su proceder en Oriente Medio, y por ello en Siria esa guerra les es un tanto ajena, salvo por el hecho de que «están matando civiles», lamenta el presidente de la Asociación Siria en España.
Un hijo sirio, otro libanés y la pequeña zamorana
Como muchos otros refugiados, Majad Hamdan, tiene tras de sí una historia de superación que le llevó a huir del régimen sirio y de la guerra en 2014, con su mujer y su hijo mayor recién nacido.
Primero marchó a Líbano, donde tuvieron un segundo hijo, y desde hace nueve años viven en Zamora, donde nació su hija pequeña.
Aunque lleve en el corazón su patria, y también en su muñeca, donde luce una pulsera con la bandera de su país, Majad no se plantea regresar a Siria pese a que la situación sigue mejorando tras el fin de la dictadura de al Asad.
«Nosotros perdimos los estudios y todos los sueños de nuestra vida y no quiero que nuestros hijos pasen por lo mismo, si nos fuéramos sería a un mundo que ellos no conocen y tendrían que perder otros dos años en aprender bien árabe, mejor que terminen aquí sus estudios y luego ya decidan ellos», reflexiona.