Madrid, 16 may (EFE).- Sobrinos de Micael D. S. M, el Portugués, acusado de matar a cuatro personas y herir a nueve en un múltiple atropello en una boda en Torrejón de Ardoz (Madrid) el 6 de noviembre de 2022, han denunciado este viernes en el juicio que sufrieron “una encerrona” con armas de fuego durante el evento, del que tuvieron que huir porque “les estaban agrediendo y disparando”.
Según ha sostenido uno de ellos, Tiago T., en su declaración, tras lo sucedido tuvieron que huir en coche mientras los invitados “les disparaban”: “Yo escuché los tiros (…). Mi tío decía que agacháramos la cabeza porque nos disparaban”.
A preguntas de la fiscal ha afirmado que él solo vio a los invitados “pegando y dando patadas” a su tío: “Le reventaban”, antes de aseverar que a sus hijos, que también acudieron a la boda, a la que asegura que estaban invitados, les “pegaban a palazos”. “Todos los hombres de la boda nos querían matar”, ha indicado.
“Teníamos que salir corriendo de ahí”, ha reiterado en la sesión celebrada en la Audiencia Provincial de Madrid, a la vez que ha señalado que si no es por El Portugués, él “estaría muerto”.
En relación con la huida que hicieron en un coche conducido por el acusado, ha afirmado que “en todo momento” pitaba y daba las luces largas para que los invitados se apartaran, ya que, ha señalado, su tío les decía que “la gente se le echaba encima”.
“Si ellos no nos quisieran matar, se podrían haber apartado”, ha aseverado otro de los sobrinos del encausado, quien ha afirmado en varias ocasiones que “tuvo miedo a morir” durante la boda.
La Fiscalía pide en sus conclusiones provisionales para el encausado 226 años de cárcel por cuatro delitos de asesinato y nueve en grado de tentativa, mientras que cuatro de las cinco acusaciones particulares ejercidas por las víctimas piden la prisión permanente revisable.
Por su parte, su abogada reclama su absolución al argumentar que concurren las circunstancias eximentes de miedo insuperable y estado de necesidad.
“Le dieron en la cabeza todo lo que quisieron”
También ha declarado la mujer del Portugués, María V. J., quien no acudió a la boda por el “grave estado” de salud de su padre, pero que ha señalado que su marido ha quedado “fatal” por los golpes y agresiones que recibió: “Le dieron en la cabeza todo lo que quisieron (…). A mi hijo también le pegaron mucho”.
A preguntas del jurado ha señalado que él “no quería matar a nadie”: “Él no hizo, se lo hicieron (…). Quién no salva a sus hijos, quién no huye”, ha llegado a decir.
“Nos ha destrozado la vida”, dicen los familiares de los fallecidos
También han declarado los tres hijos de uno de los fallecidos en el accidente múltiple, conocido como El Tío José, quienes se han emocionado en distintos momentos de su relato, sobre todo cuando recordaron la figura de su padre, al que han definido como un “hombre de paz que todo el mundo quería”.
“Nos ha dejado sin padre, a mí y a mis hermanos. Nos ha destrozado la vida. Psicológicamente, estamos fatal todos”, ha afirmado Juan Manuel R., separado por un biombo del acusado, al igual que el resto de testigos.
Por su parte, la hija de El Tío José María Jesús R. ha subrayado que “tienen una depresión muy grande”. “Lo que ha hecho este hombre no tiene perdón de Dios”, ha sentenciado elevando su tono de voz.
