Sónar rinde homenaje al maestro Ryuichi Sakamoto de las manos de Alva Noto y Fennesz

Alva Noto & Fennesz durante el concierto ofrecido en la segunda jornada del Sónar Festival, celebrada este viernes en Barcelona. EFE/Alejandro García

Barcelona, 13 jun (EFE).- El nombre de Ryuichi Sakamoto podría sintetizar muy bien el espíritu de innovación creativa que el festival Sónar ha perseguido en sus tres décadas de vida, un maestro fallecido en 2023 que requería un tributo musical como el que este viernes le han dedicado los veteranos Alva Noto y Fennesz.

El dúo británico Plaid, durante el concierto ofrecido en la segunda jornada del Sónar Festival celebrada este viernes en Barcelona. EFE/Alejandro García

El músico alemán Carsten Nicolai (Alva Noto) y el productor y guitarrista vienés Christian Fennesz, habituales del festival, han creado para este homenaje, de admiración compartida, la pieza ‘Continuum’ una hipnótica suite ambiental que ha aprovechado la solemnidad del escenario Hall, con sus largas cortinas rojas, para recordar al creador japonés.

El productor discográfico británico Adrian Sherwood, durante el concierto ofrecido en la segunda jornada del Sónar Festival celebrada este viernes en Barcelona. EFE/Alejandro García

No ha sido un réquiem, sino una celebración introspectiva, abisal, en la que han combinado las secuencias que imitaban latidos de corazón, la parsimonia repetitiva de un arroyo fluyendo, la distorsión de la guitarra conectando con una emisora de radio, incluso, por momentos, con un aire de post rock digital, que se diluía y rebrotaba.

Cada uno en un lado del escenario, Fennesz con su guitarra colgada, Alva Noto con sus máquinas, han generado un paisaje sonoro acompañado por las imágenes de ondas ondulantes que mutaban de color y que al final han fundido en un rojo en el que se ha dibujado la larga sombra de Sakamoto, que pisó el Sónar, en sus diferentes sedes, casi un decena de ocasiones.

En el mismo escenario del SonarHall del homenaje, ha sido el turno, unas horas antes, de otros decanos de la electrónica, el dúo británico Plaid, con 35 años a sus espaldas en una escena cambiante a la que han sabido adaptarse.

Ed Handley y Andy Turner han ofrecido un directo ecléctico y contundente, que ha comenzado con una especie de árido etno tecno industrial, repleto de drones secuenciales y distorsión, que luego se ha acercado a una orilla más ‘groovie’, con chispeantes teclados sintéticamente caribeños, un sonido orgánico repleto de capas en el que ha tenido su espacio el funky electrónico y unas delicadas piezas que invitaban más al balanceo y a mecerse que al desenfreno.

Sónar está celebrando este viernes su segunda jornada con toda normalidad, y, al igual que durante la de inauguración, algunos artistas han manifestado su solidaridad con Palestina, ante la polémica generada por la relación del festival con el fondo KKR, con inversiones en asentamientos en ese territorio.

Entre ellos estaba Adrian Sherwood, pionero del dub que ha ofrecido toda su sesión de primera hora en el escenario Village vestido con una camiseta inspirada en la bandera palestina (aunque con un recuerdo al ‘screamadelica’ de Primal Scream) o Teto Preto, que ha mostrado también la enseña palestina en su actuación.

Fuera del recinto, una pareja de activistas repartían folletos en contra del «genocidio palestino», en el que se animaba al boicot al festival, otro más ha desplegado un cartel en el que se ironizaba con el nombre del certamen (‘Siónar’, que ha servido también de eslogan para algunas camisetas) frente a las puertas, mientras el público hacía cola para entrar.