San Antonio (EE.UU.), 6 mar (EFE).- La compañía SpaceX lanzó finalmente este jueves su octavo vuelo de prueba del Starship, el cohete más grande y poderoso del mundo, luego de haber sido cancelado en tres ocasiones, una de ellas el pasado lunes durante el recuento, unos minutos antes de su despegue, por razones técnicas.
“Hoy se están realizando muchas pruebas nuevas y, como siempre, la emoción está garantizada”, comentó la ingeniera Kathy Tice, de SpaceX, de Elon Musk, tras comentar los problemas técnicos que llevaron al retraso de esta prueba..
A las 18:30 hora local (23:30 GMT) se produjo el despegue sin problemas del cohete impulsado por el Super Heavy desde la base de SpaceX en Boca Chica, en el sur de Texas, en la frontera con México, como estaba previsto después de enfrentar los retrasos -originalmente estaba para el 28 de febrero- y ante una gran expectativa tras lo ocurrido en enero con la explosión del séptimo vuelo.
El Super Heavy -que impulsa a la nave- y la parte superior se despegaron 3 minutos después del despegue tras lo cual regresó a su base como estaba previsto, en medio de los aplausos del público que se congregó para presencial la prueba, y fue atrapado por las pinzas, lo que ocurre por tercera vez en el total de los vuelos de prueba.
Para este vuelo, el cohete Super Heavy ha contado con aviónica mejorada, que incluye una computadora de vuelo más potente, una distribución de energía y red mejorada y baterías inteligentes integradas, de acuerdo con Spacex
Mientras, la etapa superior del Starship desplegará cuatro versiones ficticias de los satélites de banda ancha de internet de Starlink de SpaceX en una trayectoria suborbital antes de aterrizar, como se prevé, en el Océano Índico frente a Australia Occidental, unos 66 minutos después del lanzamiento.