Londres, 3 jul (EFE).- El primer ministro británico, Keir Starmer, presentó este jueves un plan para mejorar la Sanidad, con más atención ambulatoria, en un intento por retomar la iniciativa tras algunos de los días más difíciles de su mandato, por una rebelión interna y las dudas sobre el futuro de la titular de Economía, Rachel Reeves.
El plan a 10 años, titulado ‘Servicio de salud del barrio’, contempla que los centros sanitarios locales ofrezcan una amplia gama de servicios de salud, lo que permitirá reducir las listas de espera en los hospitales.
Los ambulatorios abrirán seis días a la semana, doce horas al día, y también ofrecerán «asesoramiento sobre deudas, apoyo laboral y programas para dejar de fumar o controlar el peso», algo que pone énfasis en ayudar a la gente a lidiar con las presiones en los hogares.
El líder laborista dio a conocer el programa en un hospital del este de Londres, donde acudió con Reeves y el ministro de Sanidad, Wes Streeting, en una muestra de unidad tras las dificultades que afrontó el Gobierno por la rebelión en las filas de la formación en el poder en relación con unas polémicas reformas sociales.
Starmer tuvo que hacer concesiones sobre los recortes a las ayudas por discapacidad o enfermedad ante el creciente malestar de un gran número de diputados laboristas, que puso en entredicho su liderazgo.
Starmer y Reeves, juntos en señal de unidad
En una clara señal de unidad, Starmer y Reeves se fundieron en un abrazo, un día después de que la ministra fuera vista en la Cámara de los Comunes llorando, lo que fue interpretado como la posibilidad de que el jefe de Gobierno quisiera sustituirla.
Sin embargo, el primer ministro dio hoy su respaldo a Reeves, dijo que será ministra durante muchos años y recalcó que las lágrimas de ayer respondieron a un asunto personal, del que no quiso dar detalles.
En la presentación de hoy, Starmer subrayó que el plan tiene como objetivo conseguir que el Servicio Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés) esté preparado para el futuro, que consideró vital porque se trata de «reformar o morir».
«Todo se debe a las bases que sentamos este año, al camino de renovación que elegimos, a las decisiones tomadas por la ministra Rachel Reeves, que nos permiten invertir cantidades récord en el NHS», señaló el primer ministro.
«Ya se han contratado más de 6.000 profesionales de la salud mental, 1.700 nuevos médicos de cabecera y 170 centros de diagnóstico comunitario -de suma importancia- ya están abiertos. Nuevos centros quirúrgicos, nuevas unidades de salud mental, nuevos centros de ambulancias. Una inversión récord en todo el sistema», puntualizó.
La Sanidad preparada para el futuro
Por su parte, Streeting señaló que la reconstrucción del NHS recae en la generación actual, «para proteger en este siglo lo que el gobierno de Attlee construyó para el anterior».
El antiguo primer ministro laborista Clement Attlee (1883-1967) sentó las bases para el establecimiento del estado del bienestar en el Reino Unido, creando la asistencia sanitaria universal en el país.
Streeting comunicó que se dirigirá al Parlamento para aportar detalles del plan, que ofrecerá -dijo- una atención médica de alta calidad, basada en las necesidades y no en la riqueza de los pacientes.
En la misma presentación, la ministra de Economía dijo sentirse orgullosa con este plan, que el NHS «esté siempre (disponible) para quienes lo necesiten» y que busca mejorar la economía para poder atender las prioridades de los contribuyentes británicos.
En la sesión de control en la Cámara de los Comunes, Starmer se negó a confirmar ayer si Reeves permanecería en su cargo hasta los próximos comicios -en 2029-, cuando la líder de oposición, la conservadora Kemi Badenoch, le preguntó si ella seguiría tras la polémica suscitada en las filas laboristas por los recortes sociales.
Sin embargo, en unas declaraciones a la BBC divulgadas hoy, Starmer dijo que trabaja en estrecha colaboración con Reeves y que ella estaba «haciendo un excelente trabajo como ministra» de Economía.
La imagen de Reeves llorando inquietó ayer a los mercados, ante el temor de que pudiera ser destituida por Starmer, pero hoy el rendimiento de los bonos británicos bajó y la libra se recuperó.
El rendimiento de los bonos británicos a 10 años bajó al 4,53%, desde el 4,61% al cierre del miércoles, por la reacción de los mercados a los comentarios de Starmer, que también aclaró que trabaja «en estrecha colaboración» con Reeves.
Asimismo, la libra, que bajó el miércoles un 0,72 % frente al dólar, hoy subió 0,3 % hasta 1,3668 dólares.
Viviana García