La Haya, 29 abr (EFE).- Sudáfrica alertó este martes ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que el mundo “no puede aceptar” una realidad en la que Israel “mata deliberadamente de hambre a una población civil entera”, expulsa a la ONU, impide ayudar y solidaridad con los palestinos, y “asesina y entierra en fosas comunes” a periodistas y humanitarios.
En una intervención ante la CIJ, el director general del Departamento de Relaciones Internacionales de Sudáfrica, Zane Dangor, alertó de que Gaza está “de nuevo bajo un asedio total después de que Israel rompiera el alto al fuego”, y recordó que Israel “está bloqueando la entrada de comida, agua y medicinas, todas cosas esenciales para la vida” en la Franja.
Además, subrayó, Israel “ha aumentado su agresión contra los palestinos en Cisjordania”, lo que hace que, hoy en día, y “bajo los ojos del mundo, los palestinos en todos los territorios ocupados están siendo víctimas de crímenes atroces, persecución, apartheid y de genocidio”, un crimen que centra otro procedimiento iniciado por la propia Sudáfrica ante la CIJ en diciembre de 2023.
“La comunidad internacional no puede aceptar una realidad donde una población civil entera es deliberadamente matada de hambre por Israel, donde se expulsa a la ONU y se le quitan sus privilegios e inmunidades; donde se impide a los Estados y organizaciones humanitarias ayudar de manera solidaria y cumplir con sus obligaciones; tampoco podemos aceptar que periodistas, trabajadores humanitarios y rescatistas sean asesinados y enterrados en fosas comunes”, dijo.
La CIJ escucha desde ayer y hasta el viernes argumentos de más de 40 países y organizaciones sobre las obligaciones de Israel con relación a la presencia y las actividades de Naciones Unidas, otras organizaciones y Estados en el territorio palestino ocupado, antes de emitir una opinión consultiva solicitada el año pasado por la ONU.
Israel prohibió el año pasado a la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), que presta servicios sociales a millones de palestinos, operar en territorio israelí, lo que a su vez redujo severamente sus actividades en Gaza y Cisjordania ocupada, dada la dependencia de coordinación con las autoridades israelíes.
En su discurso, Dangor denunció la “impunidad con la que Israel causa estos daños” y lamentó que el Estado israelí “disfruta de una especie de trato especial que lo protege de rendir cuentas” por violar normas internacionales, porque “cualquier persona o entidad que intenta hacer que Israel rinda cuentas por sus actos inhumanos e ilegales sufre represalias y sanciones”.
En este sentido, señaló que la UNRWA es “una de las últimas víctimas de Israel”, y defendió que la CIJ tiene suficiente información como para emitir la opinión legal no vinculante que se le solicitó sobre las obligaciones de Israel hacia las organizaciones humanitarias.
“Aceptar el argumento de Israel de que esta Corte no tiene suficientes hechos sería premiarlo por su conducta escandalosa. Cualquier otra acción de Israel que siga impidiendo el acceso a las pocas organizaciones humanitarias que quedan, especialmente a la UNRWA, sólo hará más evidente que su comportamiento no se puede defender”, explicó Sudáfrica.
También recordó que Israel “ha impuesto un apagón informativo, prohibiendo la entrada de medios internacionales y matando a periodistas”, y está negando el acceso a los territorios palestinos ocupados a personas y organizaciones “encargadas de investigar las violaciones de los derechos palestinos”.