Suiza debate ahora dónde reconstruir el pueblo alpino sepultado por corrimiento de tierra

Viviendas inundadas, Blatten, Suiza. EFE/EPA/JEAN-CHRISTOPHE BOTT

Ginebra, 9 jun (EFE).- Días después de que un alud de tierra, barro y rocas sepultara el pueblo de Blatten, en los Alpes suizos, aflora la cuestión de dónde reconstruir la localidad para los 300 vecinos que han perdido sus hogares, algo complicado por la peligrosidad del valle afectado, destacó la televisión nacional.

Según indicó este lunes el canal RTS, casi todo el valle del río Lonza, en el que ocurrió el desastre el pasado 28 de mayo, está clasificado como zona de máximo riesgo de catástrofe natural, y las escasas áreas no amenazadas están en su mayoría ya edificadas.

El consejero federal suizo y ministro de Medio Ambiente, Transportes, Energía y Comunicación, Albert Rösti, aseguró la semana pasada que no se permitirá ninguna construcción en zonas de máximo riesgo, pese a que en otras del mismo cantón de Valais (suroeste del país) sí se ha construido en lugares con esa clasificación.

Los expertos además subrayan que sí se podría construir en una zona peligrosa si se instalan refuerzos frente a avalancha, como ya se hizo hace un cuarto de siglo en otro pueblo arrasado por un corrimiento de tierra en el mismo cantón, Gondo, donde 13 personas perdieron la vida en el año 2000.

El lugar fue reconstruido gracias a fondos por valor de 50 millones de francos suizos (53 millones de euros) recolectados por la organización humanitaria nacional Cadena de la Solidaridad, y actualmente viven en Gondo 75 personas.

Blatten quedó enterrado en más de tres millones y medio de metros cúbicos de tierra y rocas, diez días después de que sus vecinos fueran evacuados, aunque uno de ellos, un hombre de 64 años, sigue desaparecido tras el desastre.

Varios expertos han alertado de que el caso de Blatten es una llamada de atención sobre las consecuencias del cambio climático en las regiones de montaña, donde zonas antes consideradas seguras podrían volverse inestables en los próximos años.

El glaciar de Birch, cuyo colapso ha causado el desastre natural, es uno de los muchos que está desapareciendo en una zona, los Alpes suizos, donde en apenas dos años se ha llegado a perder un 10 % del agua de esas masas heladas, según datos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).