Lima, 12 sep (EFE).- El traslado de los nuevos autobuses que deben realizar el transporte de turistas a la ciudadela inca de Machu Picchu quedó temporalmente suspendido al denunciarse un sabotaje en el tren que debía llevarlos hasta la población de Aguas Calientes, conocida oficialmente como Machu Picchu Pueblo.
Las empresa ferroviaria Perú Rail, operadora de los trenes que llegan a Machu Picchu Pueblo, denunció este viernes un presunto sabotaje en las unidades que estaban destinadas a trasladar estos autobuses, al encontrarse que «las mangueras del freno directo, del freno automático y las cadenas de los breques de las dos plataformas estaban cortados».
El hecho fue reportado por la compañía a las autoridades pertinentes, así como a la Policía Nacional de Perú (PNP).
La empresa aseguró, en su comunicado, que no reanudará el transporte de estos buses hasta poder garantizar la seguridad de materiales y personal.
“Peru Rail realizará el traslado de los buses cuando se tengan las garantías necesarias para un traslado seguro que no arriesgue a nuestros trabajadores, la población, ni a la infraestructura de nuestras operaciones y de terceros”, indicó la operadora.
Los autobuses que debían ser trasladados son de la empresa Inversiones Sumaq Ayllu San Antonio de Torontoy, quien se adjudicó la nueva concesión para el servicio de transporte hasta la puertas de ingreso de la ciudadela de Machu Picchu desde el pueblo, a donde llegan los trenes de Peru Rail con la mayoría de turistas que buscan visitar este lugar, considerado uno de las siete maravillas del mundo moderno.
Un ataque precedido de protestas
Pese al cese de la concesión de la empresa de buses Consettur el pasado 5 de septiembre, encargada de cubrir la ruta, esta ha continuado sus servicios, mientras que los vehículos de la nueva empresa asignada, San Antonio de Torontoy, continúan a la espera.
Es por ello que el pasado miércoles, comunidades de Urubamba se reunieron para denunciar la pasividad de las empresas Peru Rail y Consettur frente a la movilización de los 18 buses que conforman la nueva flota.
En esta situación, y agravado por lo que se ha considerado un ataque deliberado, el traslado de la nueva flota hasta la ciudadela por parte de Peru Rail permanecerá a la espera hasta esclarecer este “grave hecho”, y poder asegurar un servicio que, en estas condiciones, calificaron de “imposible”.