Madrid, 23 abr (EFE).- La polaca Iga Swiatek, ganadora del WTA 1000 de Madrid el pasado año, dijo este miércoles que no piensa en la final que disputó ante la bielorrusa Aryna Sabalenka el pasado año y también habló sobre el sistema antidopaje que existe en el circuito, que considera conlleva “mucha presión”, algo que “no es fácil de manejar”.
Swiatek, de 23 años y número dos del ránking mundial, espera estrenar su palmarés de 2025 en Madrid después de quedarse a las puertas de la final en lo que va de temporada en el Abierto de Australia, en Qatar y en Indian Wells.
El estreno en Madrid será, en segunda ronda, ante la filipina Alexandra Eala. El objetivo es llegar a la final más de una semana después, el sábado 3 de mayo.
“Las dos ajustaremos nuestro tenis al ser en tierra batida. Hoy hablaré de la táctica con Wim Fisette (entrenador) pero no voy a dar ninguna predicción, no soy una hechicera. Siento que conozco muy bien esta pista así que trataré de usar mi experiencia aunque la experiencia no juega. Sé que debo afrontar este partido como cualquier otro”, dijo Swiatek, en conferencia de prensa.
“Las expectativas en cuanto a ganar títulos son altas pero lo han sido siempre para mí desde 2022. Yo, por mi parte, intento hacer mi trabajo y no centrarme en lo que diga la gente”, comentó.
El año pasado, Swiatek, finalista en 2023, ganó la final contra la número uno del mundo, Aryna Sabalenka, a la que venció 7-5, 4-6 y 7-6 (7).
“A veces pienso en esa final aunque no de manera específica. Fue un gran partido y al acabar no me creía que hubiese ganado un partido así. No hay muchos partidos de un nivel como ese. A veces las finales son peores que los cuartos o las semis porque las jugadoras llegamos un poco cansadas, pero Aryna y yo dimos un gran espectáculo y eso me encantó”, comentó.
Swiatek habló sobre los últimos casos de dopaje que se han conocido dentro del circuito mundial y que, al igual que a sus compañeras, la hacen estar alerta ante cualquier imprevisto que pueda surgir con algo que no controle.
Ella misma sufrió un episodio que conllevó sanción. Dio positivo por trimetazidina, prohibido por la Agencia Mundial Antidopaje, en un control antidopaje realizado el 12 de agosto de 2024 en Cincinnati, justo después de los Juegos Olímpicos de París 2024, en los que fue medalla de bronce, y tras ofrecer su versión a los organismos competentes el castigo fue levantado por la Agencia Internacional para la Integridad del Tenis (ITIA).
“En estos últimos años piensas en esto todo el rato y te da un poco de ansiedad. No solo hablo de mí, porque en cierto modo me he acostumbrado al sistema y he pasado por lo peor, pero he sido capaz de regresar y solventarlo, lo que hace que sienta que nada me pueda parar”, comentó.
“Hablo también de otras jugadoras y no es fácil. Todo el sistema es muy duro. Yo no tuve mucho control sobre lo que me pasó y puedo imaginar que otras jugadoras sienten ese miedo de que puede les puede pasar a ellas. A veces es complicado estar al día con todo el tema DE dar tu ubicación y lo que hay que hacer a nivel de sistema. Cada día, mientras viajamos, tenemos que decir literalmente dónde estamos. Si nos olvidamos, quizás tengamos un “no presentado”, y con tres faltas te sancionan. Hay mucha presión con eso, y no es fácil de manejar, pero es lo que hay”, concluyó.