Bangkok, 19 sep (EFE).- El Ejército de Tailandia insistió este viernes en acusar a Camboya de vulnerar el pacto de alto el fuego sellado entre ambos para calmar el conflicto fronterizo que estalló a finales de julio y que dejó medio centenar de muertos.

«Se ha observado que las fuerzas militares camboyanas siguen cometiendo diversas acciones que constituyen violaciones del acuerdo de alto el fuego en múltiples aspectos», asegura en un comunicado la institución castrense tailandesa al citar como ejemplo el uso de minas antipersona.

Las Fuerzas Armadas tailandesas también denuncian el uso de civiles, incluidas mujeres, niños y monjes budistas, por parte de las autoridades camboyanas en lugares donde ambos países se disputan trozos de territorio.
Esta denuncia hace referencia el episodio registrado a principios de semana cuando militares tailandeses dispararon balas de goma y lanzaron botes de gas lacrimógeno «en defensa propia» contra ciudadanos camboyanos «armados con palos de madera», con el objetivo de dispersarlos de una zona fronteriza de donde los civiles tumbaron una valla colocada recientemente por los efectivos de Bangkok.
Nom Pen, que acusó a Tailandia de «utilizar la fuerza para apoderarse de territorio», denunció el miércoles que 23 civiles resultaron heridos en este último incidente que tuvo lugar en una zona boscosa cuya soberanía reclaman ambos países.
Los Ejércitos de Tailandia y Camboya mantuvieron un enfrentamiento bélico entre el 24 y 29 de julio en varios puntos de la frontera, que provocó la muerte de medio centenar de personas y cientos de miles de evacuados.
Ambos países sellaron un alto el juego en Malasia para tratar de rebajar la tensión y dirimir el conflicto de manera diplomática, aunque continúan cruzándose acusaciones.
Los países vecinos arrastran una histórica disputa territorial en varios puntos de los 820 kilómetros de frontera que comparten y que fue cartografiada por Francia en 1907, cuando Camboya era su colonia.
Además de afectar a las relaciones bilaterales, este conflicto también motivó una crisis política en Bangkok cuando el influyente político camboyano Hun Sen filtró una llamada de la por entonces primera ministra tailandesa Paetongtarn Shinawatra donde esta criticaba al Ejército de su país y lo que derivó en su destitución el 29 de agosto por parte del Tribunal Constitucional