Bangkok, 15 mar (EFE).- El Ministerio de Exteriores de Tailandia defendió este sábado la deportación de 40 uigures a China, que se realizó a finales de febrero, tras las sanciones anunciadas por Estados Unidos contra funcionarios en activo y exfuncionarios tailandeses por su papel en la deportación.
“A este respecto, (el Gobierno de Tailandia) ha recibido garantías del Gobierno de China sobre la seguridad de los uigures y seguirá dando seguimiento al bienestar de este grupo”, indica un breve comunicado emitido hoy por el ministerio.
El escrito subraya que Bangkok “ha aclarado este asunto en numerosas ocasiones con países que han expresado su preocupación”, sin dar nombre de los países.
“Tailandia siempre ha mantenido una larga tradición de humanitarismo, en particular en la asistencia a personas desplazadas de diversos países durante más de medio siglo, y continuará haciéndolo”, remarca el texto, al asegurar que el país mantendrá “la estrecha y duradera alianza con Estados Unidos, basada en el respeto mutuo y en intereses estratégicos compartidos”.
La respuesta de Tailandia llega tras el anuncio del secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, sobre sanciones contra un número indeterminado de funcionarios y exfuncionarios tailandeses por su papel en la deportación de uigures a China, donde, según Washington, los miembros de esta minoría musulmana enfrentan graves abusos.
Rubio afirmó en un comunicado que Estados Unidos está “comprometido a combatir los esfuerzos de China para presionar a gobiernos a que deporten por la fuerza a territorio chino a uigures y otros grupos, que en China son sometidos a tortura y desapariciones forzadas”.
En el comunicado no se especifican los nombres ni el número de los sancionados, pero se señala que las restricciones de visados podrían afectar a sus familiares.
La medida de Washington busca aumentar la presión sobre Tailandia y otros países para que no lleven a cabo ese tipo de deportaciones.
El 27 de febrero, Tailandia deportó a China a 40 uigures tras un acuerdo con Pekín, a pesar de las peticiones de la ONU y de organizaciones de derechos humanos para que no lo hiciera.
En los últimos años, varias oenegés han acusado a China de reprimir a los uigures y detener a miles de miembros de esa comunidad musulmana en centros destinados a desprenderles de su cultura.