Bangkok, 4 abr (EFE).- Las autoridades tailandesas reconocieron este viernes que no han logrado encontrar supervivientes entre las casi 80 personas que quedarían atrapadas por el colapso de un edificio en obras en Bangkok, cuando se cumple una semana del terremoto de magnitud 7,7 con epicentro en Birmania que provocó el accidente.
“Hemos buscado a fondo en cada punto al que hemos podido acceder, en cada hueco y grieta. No hemos encontrado supervivientes en estos espacios”, declaró hoy durante una rueda de prensa el gobernador de Bangkok, Chadchart Sittipunt.
El político señaló que los equipos de rescate ya no detectan signos vitales en el lugar donde ayer se escuchó un ruido atribuido a una mujer atrapada por el derrumbe.
“Es un momento triste para todos, pero creemos que (los equipos de rescate) lo hicieron lo mejor que pudieron”, dijo el regidor.
Las autoridades mantienen en 15 el número de cadáveres recuperados en este lugar, donde se edificaba la futura Oficina del Auditor General, mientras que los trabajadores desaparecidos serían 79, de los más de 300 que se encontraban en las obras en el momento del derrumbe.
“Por mucho que excavamos, solo encontrábamos vigas de acero y huecos estrechos”, remarcó el gobernador y subrayó la compleja tarea que afrontan el operativo tras el colapso del edificio de más de 30 plantas ubicado en el norte de la ciudad y cercano al turístico mercado de Chatuchak.
Chadchart indicó que a partir de hoy la misión se centrará en la “recuperación” de cadáveres y la “demolición” de partes de la obra al retomar el uso de maquinaria pesada, suspendido temporalmente tras detectar señales de vida.
Aunque un equipo de emergencia seguirá rastreando posibles signos vitales, enfatizó el político.
“Si detectamos alguna (señal vital), enviaremos al equipo de rescate. (La maquinaria pesada) nos permitirá abrir más áreas”, apuntó el gobernador.
Según los expertos las tareas de desescombro podrían tardar hasta 60 días.
El pasado viernes, un fuerte terremoto con epicentro en Birmania se notó en varios países del Sudeste Asiático, incluida Tailandia donde en la capital un total de 22 personas perdieron la vida, entre ellos 15 en el citado edificio derruido.
Mientras, en la vecina Birmania las muertes superan las 3.000 personas y se registra una devastación generalizada en la zona centro-norte.
