Bangkok, 1 jun (EFE).- La capital tailandesa se llenó este domingo de centenares de personas de distintos lugares del mundo que participaron en el desfile por el comienzo del mes del Orgullo, el primero desde que el matrimonio igualitario entró en vigor en el país, uno de los más avanzados de Asia en derechos LGTBI.

En un ambiente de júbilo, activistas y ciudadanos vestidos con los colores del arcoiris recorrieron varios kilómetros de Bangkok, algunos portando carteles defendiendo el derecho a la identidad de las personas trans y en favor de amar libremente a las del mismo sexo, entre otros mensajes reivindicativos.

La celebración cobró fuerza especial este año al ser la primera desde que entró en vigor el matrimonio igualitario en Tailandia en enero, convirtiéndose en la única nación del Sudeste Asiático en permitirlo, y en solo la tercera en Asia, tras Taiwán y Nepal.
A lo largo del desfile, que este año se convocó bajo el eslogan “Born This Way” (Así Nací), como el mítico éxito de la cantante Lady Gaga, algunas personas procedentes de países vecinos aún cerrados a derechos LGTBI, como China y Birmania (Myanmar), mostraron pancartas contra las terapias de conversión y la dictadura militar.
“Lo más importante es tener respeto los unos por los otros”, dijo a EFE uno de los asistentes, de nacionalidad tailandesa, con la bandera arcoiris pintada en la mejilla, mientras otro apuntaba que esperaba que “todo el mundo se una” a los festejos, “sin importar si eres gay o hetero”, porque están dedicados a celebrar “el amor”.
Un asistente sudafricano destacaba que es la tercera vez que participa en el desfile, y que este es “especial”, porque tras hacerse efectivo el matrimonio homosexual” celebra “con el pueblo tailandés que son libres de querer a quien deseen”.
El matrimonio igualitario entró en vigor el pasado 23 de enero, después de fuera aprobado por el Parlamento en junio del pasado año, lo que puso a Tailandia a la cabeza de los avances del colectivo LGTBI en la región, estancados durante años por los dos golpes militares desde 2006 que restringieron las libertades civiles.
“Es muy importante… Sobre todo porque estamos en un momento en el que están intentando quitarnos nuestros derechos”, dijo a EFE una mujer estadounidense residente en Bangkok, que participaba en el Orgullo de la capital tailandesa por primera vez.
Una compatriota secundaba su opinión, y en español aprendido en Latinoamérica afirmaba que “es el primer año de… ¡las bodas! Es muy importante porque es una celebración del amor”, comentó portando un abanico arcoiris, con el termómetro rondando los 30 grados centígrados en la metrópolis tailandesa.
El evento fue respaldado por la ONU, administraciones locales, empresas y misiones diplomáticas que se unieron al desfile, en el que también participaron celebridades tailandesas y reinas de belleza.
La movilización marca el inicio de un mes de actos programados en Tailandia, a instancia gubernamental y también con inversión privada, con los que el turístico país espera recibir unos cuatro millones de visitantes extranjeros en junio, después de que las autoridades estimasen un total de 300.000 asistentes.
A diferencia de Tailandia, en países vecinos como Malasia o Indonesia, de mayoría musulmana, los derechos del colectivo van en retroceso. El Gobierno malasio urgió esta semana a la Policía a abrir una investigación por la organización de un evento LGTBI este mes, justificando ser contrario a los principios del islam.
En la provincia indonesia de Aceh, donde rige la ley islámica, dos jóvenes fueron castigados en público el pasado febrero con casi 200 latigazos por tener relaciones homosexuales.
El país aprobó a finales de 2022 una controvertida reforma del código penal indonesio, que prohíbe la libertad sexual y la apostasía, entre otros cambios ultraconservadores, lo que puso de manifiesto la creciente influencia del islamismo radical en Indonesia, amenazando su tradición liberal y secular. EFE
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