Taipéi, 4 oct (EFE).- El Gobierno taiwanés ha endurecido los requisitos de viaje para los funcionarios que visiten las regiones administrativas especiales chinas de Hong Kong y Macao, en un intento por frenar la influencia de Pekín en la isla, informó este lunes el periódico local Taipei Times.
Según fuentes citadas por este medio, cercano a las ideas del actual Ejecutivo isleño, el Consejo de Asuntos Continentales (MAC) de Taiwán -el organismo encargado de las relaciones con China- modificó unas normativas para exigir que los funcionarios que viajen a estas ciudades por «razones no oficiales» presenten un informe antes y después de tales visitas.
Aquellos que viajen a Hong Kong y Macao sin remitir estas explicaciones podrían enfrentarse a «medidas disciplinarias», señalaron las fuentes acerca de unos cambios regulatorios que se presentarán ante el Parlamento para su aprobación e implementación definitiva.
«A medida que los riesgos de visitar China, Hong Kong y Macao continúan aumentando, Taiwán fortalecerá aún más su sistema de gestión del personal gubernamental», apuntaron las fuentes respecto a estos informes, en los que también se deberá especificar las reuniones o contactos con «personas específicas» de esas regiones.
Este cambio normativo se produce casi medio año después de que el presidente taiwanés, William Lai, anunciara un conjunto de iniciativas para frenar las operaciones de influencia de China, a la que calificó como una «fuerza externa hostil».
Entre las medidas anunciadas por Lai se incluía un sistema de divulgación obligatoria para todos los funcionarios de los niveles central y local del Gobierno que participen en intercambios con China.
Así mismo, el Ejecutivo taiwanés anunció en abril el endurecimiento de los criterios de residencia para los ciudadanos de Hong Kong y Macao, por «razones de seguridad nacional».
El titular del MAC, Chiu Chui-cheng, explicó entonces que los habitantes de estos territorios que soliciten la residencia en Taiwán lo harán bajo una nueva categoría que incluirá un «período de observación de seguridad nacional», en aras de «garantizar una mayor seguridad» para los ciudadanos de la isla.
Taiwán se gobierna de forma autónoma desde 1949 bajo el nombre de la República de China y cuenta con unas Fuerzas Armadas y un sistema político, económico y social diferente al de la República Popular China, lo que la destaca como una de las democracias más avanzadas de Asia.
Sin embargo, Pekín considera a la isla como una «parte inalienable» de su territorio y en los últimos años ha redoblado su campaña de presión contra ella para concretar la «reunificación nacional», clave en el objetivo a largo plazo del presidente, Xi Jinping, de lograr el «rejuvenecimiento» de la nación china.