Taron Egerton encuentra el perdón a una tormentosa vida en ‘She Rides Shotgun’

Fotografía cedidaque muestra al actor británico Taron Egerton, protagonizando a Nate en la película 'She Rides Shotgun', junto a la actriz Ana Sophia Heger. EFE/ Lionsgate Films

Los Ángeles (EE.UU.), 31 jul (EFE).- El actor británico Taron Egerton encuentra la salvación y el perdón a una tormentosa vida en ‘She Rides Shotgun’, un suspense que rodó en 25 días y en el que quiso dedicarle todo el tiempo posible a la relación paterno-filial que va ganando su personaje.

«Podía sentir la vida que había vivido, podía sentir la historia de un personaje muy claramente en el texto de un guion», indica en una entrevista con EFE el intérprete de ‘Kingsman’ sobre su nuevo proyecto, en cines a partir del 1 de agosto.

Basada en la novela homónima de 2017 del escritor estadounidense Jordan Harper y dirigida por Nick Rowland, Egerton toma prestado el personaje de Nate, «un hombre que ha hecho cosas malas y ha estado involucrado en ellas durante casi toda su vida», explica.

Recién salido de prisión, deberá proteger a toda costa a su hija Polly (Ana Sophia Heger) de una pandilla dispuesta a todo con tal de defender sus intereses criminales. La pequeña, de 10 años, está marcada por la muerte de su madre.

Con recursos limitados y sin nadie en quien confiar, Nate y Polly van forjando ese vínculo padre-hija que nunca tuvieron mientras él le enseña a luchar y sobrevivir y ella le muestra el verdadero significado del amor incondicional.

Nate, al arrastrar su vida pasada, «se odia a sí mismo y es alguien que no se siente digno de ser padre», agrega Egerton.

Un rodaje de 25 días y alto voltaje físico y emocional

A una película que requería preparación física para la cantidad de escenas de acción que se desarrollan se sumó el titánico desafío de rodar todo el proyecto en menos de un mes con un presupuesto y limitados recursos.

«La hicimos en 25 días solo debido a las leyes sobre cuánto puede trabajar un menor. Estábamos con el tiempo en contra y nunca sentimos que hubiera suficiente, pero creo que le da a la película una urgencia que se siente», explica.

Parte de la preparación para encarnar a Nate se destinó también a imaginar «cómo sería estar en esa horrible situación y las circunstancias extraordinarias de tener una hija de 10 años a quien realmente no conoces», agrega.

La compleja relación entre padre e hija

Es por ello que el trabajo de la cinta se centró sobre todo en desarrollar la relación entre Egerton y Heger como Nate y Polly. La conexión entre ambos para interpretar a un padre y una hija distanciados que poco a poco deben empezar a entenderse «sucedió de inmediato», afirma el actor.

«La primera escena que rodamos es una en el restaurante donde hablamos de cuánto dinero nos queda. Simplemente sabíamos quiénes eran estos personajes y podíamos sentir su dinámica», explica.

Y admite: «Creo que es la única película que he hecho en la que realmente no odio la primera escena que he hecho».

En parte, su compañera Heger ha tenido que ver en todo este proceso, ya que «ella aportó mucho». «Me impactó bastante lo increíble que era, lo rápido que lo hacía», reconoce el actor.

«Lo que me encanta de la relación entre Nate y Polly es que él está ahí para salvarle la vida, pero ella le salva la suya porque le permite perdonarse, amarse y a su vez amar a su hija. Ese es el regalo extraordinario que le da a un hombre completamente atormentado por el arrepentimiento y el remordimiento», dice.

«Hay algo extrañamente eterno en eso. Hay algo en aprender a amarte a ti mismo que se siente como el mayor logro en la vida y me encanta que (Nate) lo logre, un poco», sentencia.

Mikaela Viqueira