Ciudad de Guatemala, 29 abr (EFE).- Darío Morales, presunto implicado en el asesinato del obispo guatemalteco Juan José Gerardi en 1998, dijo este martes tener “miedo” por el proceso judicial en su contra, a punto de iniciarse en un juzgado de la capital de Guatemala, luego de ser deportado la víspera desde Estados Unidos.

“Tengo miedo y tendré que aclarar lo sucedido ante la jueza”, dijo a EFE Morales, de 61 años, en el Organismo Judicial previo a una audiencia en su contra.

La jueza Abelina Cruz, a cargo del proceso contra Morales, suspendió la audiencia debido a que el abogado defensor del acusado renunció tras exponer que no tenía acceso al expediente del proceso.
El acusado fue deportado desde Luisiana, Estados Unidos, donde laboraba como constructor y remitido por la Policía Nacional Civil (PNC) por su presunta participación en el asesinato de Gerardi.
Morales se desempeñaba en aquel momento como miembro del Estado Mayor Presidencial, una entidad estatal ya desaparecida que pertenecía al Estado Mayor de la Defensa, y, según detallaron el pasado lunes diversas organizaciones humanitarias, fue visto en el lugar del asesinato de Gerardi después del homicidio.
La organización Verdad y Justicia indicó que “testigos ubican” a Morales García “en la parroquia” donde fue atacado con una piedra el sacerdote, solamente “minutos” después de su muerte y que este era el único implicado en el caso que se mantenía prófugo y con orden de captura vigente desde 2014.
El obispo fue atacado a golpes y por sorpresa con un objeto contundente el 26 de abril de 1998, al volver a su hogar en el centro de la Ciudad de Guatemala, ubicado a 200 metros del Estado Mayor Presidencial y a 500 metros de la Casa Presidencial.
El asesinato tuvo lugar dos días después de que el prelado publicara un informe titulado ‘Guatemala: Nunca Más’, en el que se documentaron más de 54.000 violaciones a los derechos humanos durante el conflicto armado guatemalteco (1960-1996), en su mayoría a manos del Estado.
El informe, elaborado bajo la coordinación de Gerardi, incluyó la identificación de autores de masacres y decenas de testimonios de las víctimas del conflicto armado interno, que dejó más de 250.000 personas asesinadas y desaparecidas.
Por el asesinato de Gerardi fueron condenados el sacerdote Mario Orantes y los militares Byron Lima Estrada, Byron Lima Oliva (ambos familiares directos) y Obdulio Villanueva, en una sentencia en firme desde 2005.
La audiencia contra Morales se retomará esta tarde en Ciudad de Guatemala y se espera que el acusado rinda su primera declaración y que la Fiscalía le impute los cargos.