Teresa Aranguren, periodista: “Se está normalizando el exterminio del pueblo palestino”

Imagen de Teresa Aranguren, periodista especializada en mundo árabe y zonas en conflicto . EFE/ Fernando Alvarado

Madrid, 29 may (EFE).- La periodista española Teresa Aranguren, que ha contado durante décadas la actualidad en Israel y Palestina, ve con terror cómo “se está normalizando lo que no debería de normalizarse nunca, que es el exterminio de un pueblo”.

“Lo estamos normalizando”, lamenta en una entrevista con EFE Aranguren (Artziniega, Álava, 1944), “y se lleva normalizando desde hace mucho tiempo la actuación israelí frente al pueblo de Palestina, que es el de eliminarlo”.

Aranguren acaba de publicar ‘Palestina, la existencia negada’ (Ediciones del Oriente y el Mediterráneo), donde hace un recorrido a la historia de Palestina para recoger testimonios de la existencia de este pueblo árabe y también de que este “exterminio” actual es la última deriva de la “limpieza étnica” que comenzó a finales de los 40.

Y quiere también recordar que “Israel no representa a los judíos del mundo, quiere representarlos, muchos se creen que los representa, pero Israel se representa a sí mismo y al sionismo, que es la base ideológica sobre la que se crea”.

“Ahora es más atroz”

“Se puede situar el inicio de la eliminación del pueblo de Palestina con la limpieza étnica de 1947/48, que los dirigentes sionistas consideraban necesaria para la culminación de su proyecto de crear un Estado judío en Palestina”, dice la autora.

Para Aranguren, esa “limpieza étnica” ahora es “más atroz, porque la capacidad armamentística es mucho más letal y porque la población de Gaza está encerrada, está atrapada mientras la bombardean”, dice la periodista.

Y considera que la justificación del Gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu de que la actual ofensiva es una guerra contra Hamás y no contra la población de Gaza es “tramposa” porque “no es una guerra; es una campaña, una ofensiva, un genocidio”.

La existencia negada

El libro toma el nombre de una premisa: demostrar que es incorrecta la afirmación de que el pueblo palestino nunca existió, que es una de las justificaciones de Israel para su expansión y la anexión de territorios.

Los gobernantes de Israel han querido “crear la idea de que Palestina era un territorio vacío y baldío”, pero “no solo (estaba) habitado, sino cultivado y con una sociedad en desarrollo, que dentro de los estándares del Oriente Próximo era de las más desarrolladas”.

“Entonces, hay toda una estrategia de ocultamiento de la historia real de Palestina para ocultar que se produjo un atropello atroz contra un pueblo árabe que estaba bajo dominio colonial europeo y se sacrificó la existencia de ese pueblo en función de esta idea”, apunta.

Y bajo esas premisa poder ampliar su territorio, pero para ello necesitaban que estuviera vacío y de ahí la “limpieza étnica” o la colonización de territorios como Cisjordania, donde acaban imponiendo “un régimen de apartheid, con ciudadanos sin derechos”, denuncia Aranguren.

Banalizar el antisemitismo

Para la autora, los dirigentes israelíes están banalizando las acusaciones de antisemitismo porque han pasado a emplearlas contra todo aquel que critica a Israel.

“La acusación de antisemitismo está consiguiendo acallar muchas voces críticas porque que te acusen de antisemita para la UE es lo peor después de lo que pasó con los nazis”, recuerda la periodista, que cree que usar esta acusación “lo que hace es banalizar algo que es muy grave”.

Aranguren, que viajó a la región por primera vez en los 80, cree que ahora, con los móviles y las redes sociales, se rompe el silencio pues cuando se perpetraban masacres como la del campo de refugiados de Yenín (2002), las únicas noticias que tenía de dentro era a través de mensajes.

“Sabíamos que estaban pasando cosas atroces, que la gente se desangraba en mitad de la calle y nadie podía ayudarlos porque les disparaba el Ejército. Pero no había imágenes de eso”, asegura. Ahora al menos las hay, dice Aranguren, quien también elogia la labor de los periodistas heroicos de la Franja, a quien dedica el libro.

Irene Escudero