Texas iza las banderas a media asta en honor a los más de cien muertos tras inundaciones

Fotografía de una zona afectada por las inundaciones este miércoles, en Kerville (Estados Unidos). EFE/ Octavio Guzmán

Kerrville (EE.UU.), 9 jul (EFE).- El gobernador de Texas, Greg Abbott, ordenó izar las banderas a media asta para guardar duelo por las más de cien muertes provocadas por las inundaciones en la región del ‘Hill Country’, a las afueras de San Antonio, que también han dejado unos 173 desaparecidos.

Fotografía de una camioneta y una casa móvil destrozados por las inundaciones este miércoles, en Kerville (Estados Unidos). EFE/ Octavio Guzmán

Las labores de búsqueda continuaron este miércoles -apoyadas por decenas de voluntarios y equipos de rescate de otros estados del país e incluso bomberos de México-, a medida que se van apagando las posibilidades de encontrar supervivientes de la tragedia que azotó varios condados el fin de semana del 4 de julio.

«Incontables vidas se han perdido durante este horroroso acontecimiento, y se ha sufrido una cantidad increíble de daño físico y emocional en todo el estado», señaló Abbott en una misiva pidiendo que los edificios oficiales observen el luto hasta el lunes de la próxima semana y animando a las entidades privadas a hacer lo mismo.

Durante una rueda de prensa ayer desde Hunt, uno de los poblados más afectados por el desastre, Abbott informó que el número de desaparecidos había ascendido a 170: 161 en el condado de Kerr y 12 en otras localidades.

Las autoridades se habían mostrado renuentes hasta ahora a entregar una cifra definitiva de personas cuyo paradero se desconoce y la revelación de ayer indica que el número de víctimas mortales -al menos 119, por ahora- podrá elevarse.

Las autoridades locales han sido cuestionadas por residentes y expertos por no haber ordenado la evacuación de las zonas cercanas al río, pese a las intensas lluvias.

En declaraciones hoy a la prensa, el alguacil del condado de Kerr, Larry Leitha, se comprometió a indagar en las dudas sobre cómo funcionó el sistema de alertas de la región la noche entre el 3 y 4 de julio.

«Creo que esas preguntas deben responderse, a las familias de los seres queridos desaparecidos, al público, a la gente que me eligió para este cargo”, dijo Leitha. “Yo quiero esa respuesta, y la vamos a conseguir.»

Varios residentes de Kerrville indicaron en entrevistas a EFE que recibieron alertas de inundación y fuertes lluvias en la madrugada del 4 de julio, pero no se les pidió evacuar o moverse hacia otra zona.

Desde la 1:00 del sábado hora local (06:00 GMT), el Servicio Nacional de Meteorología (NWS, por sus siglas en inglés) comenzó a emitir alertas sobre la amenaza de inundaciones en los condados de Bandera y Kerr.

En una de las primeras ruedas de prensa tras el desastre, las autoridades reconocieron que los pronósticos de lluvia subestimaron la magnitud de las precipitaciones reales.

Algunos expertos, sin embargo, han expresado dudas sobre qué tan preparada estaba la región, dada la magnitud de la tragedia.

«Parece que se podrían haber llevado (…) medidas preventivas para reducir el riesgo de muertes si los organizadores de los campamentos afectados y las autoridades locales hubieran atendido las advertencias del Gobierno y de fuentes meteorológicas privadas», señaló el principal meteorólogo de la empresa AccuWeather, según reportó el medio local The Texas Tribune.

En total, entre la noche del 3 de julio y la madrugada del 4 se acumularon entre 12,7 y 27,9 centímetros de lluvia en los condados de Kerr, Bandera, Tom Green y Kendall, según el NWS.