Lima, 18 mar (EFE).- Lima y su vecina provincia del Callao despertaron este martes con un tímido aumento de la presencia policial y militar tras la declaración del estado de emergencia, decretado este lunes por el Gobierno ante la ola de violencia y criminalidad que atraviesa el país y que permanecerá vigente durante 30 días.

Aunque reinó la normalidad en esta conurbación en la que vive un tercio de los peruanos, los ciudadanos se vieron sorprendidos por militares en estaciones de transporte y lugares de gran afluencia como los mercados, en algunos distritos de la ciudad.

Precisamente desde el Puente Acotongo, una zona muy concurrida del sur de Lima, José Avelino Vargas expresó a EFE que las fuerzas del orden “no están preparadas” para enfrentar el crimen.
Este lunes, se publicó el decreto supremo que oficializó el estado de emergencia en toda la capital peruana y que especifica que la Policía Nacional mantendrá el control del orden interno, con apoyo de las Fuerzas Armadas.
“El estado de emergencia es un fracaso. Creo que no hay un plan para que se pueda hacer justicia, nos están matando a cada rato, es increíble”, dijo Vargas respecto a los 469 homicidios registrados en lo que va de 2025.
Policías pidieron en este punto de la ciudad identificaciones a pasajeros que salían del metro, y también a transportistas particulares informales.
Otro ciudadano, José Pedro Huachamoro, expresó que la presidenta peruana, Dina Boluarte, quien debería haber renunciado, “siempre saca” a los militares y policías porque están a su favor, “pero no hay nada de seguridad para la población”.
Por su parte, Cristel Zamora sostuvo que, si hay un estado de emergencia, los agentes policiales y militares deben salir para “verdaderamente estar pendientes y a cuidar a los ciudadanos”, que se encuentran “expuestos ante la delincuencia”.
Pero declaró que ha observado que miembros de las fuerzas del orden suelen estar distraídos y mirando el móvil “y a un costado roban”, por lo que pese a esta medida, sigue sin sentirse segura.
“Yo no soy nadie para hablar de la pena de muerte pero hay tanta delincuencia, tenemos tanta impotencia y una cólera tremenda, que diría que si que existiera pena de muerte”, agregó sobre la postura del Ejecutivo de abrir el debate para aplicar esta sentencia.
Al menos tres personas murieron en diferentes ataques cometidos aparentemente por bandas criminales durante las primeras horas del estado de emergencia.
Medios locales informaron que durante la noche del lunes, poco después de que se decretara el inicio del estado de emergencia, fueron asesinadas una persona que se dedicaba al reciclaje, una mujer que trabajaba con empresas de transporte urbano y el chófer de un autobús.