Titulaciones acreditadas en EEUU a un menor costo, las ventajas educativas de Puerto Rico

Fotografía de la Universidad de Puerto Rico, en Río Piedras (Puerto Rico). EFE/ Thais Llorca

San Juan, 5 jun (EFE).- Las universidades de Puerto Rico cuentan con titulaciones acreditadas en Estados Unidos y a un costo inferior. A esto se suma un sistema bilingüe, así como buenos laboratorios y clínicas, como puntos fuertes para atraer estudiantes internacionales, principalmente hispanos.

Fotografía de la Universidad de Puerto Rico, en Río Piedras (Puerto Rico). EFE/ Thais Llorca

«Tenemos un sinnúmero de instituciones educativas, clínicas y de investigación de calibre mundial, muchas de ellas acreditadas por autoridades estadounidenses», destacó a EFE Carlos Ríos, subdirector del Departamento de Desarrollo Económico y Comercio (DDEC).

Fotografía del exsecretario de Estado de Puerto Rico, David Bernier, en el marco del foro 'Turismo Educativo: Puerto Rico como destino académico, en San Juan (Puerto Rico). EFE/ Thais Llorca

Algunas de estas son la Universidad de Puerto Rico, Ana G. Mendez, la Interamericana, Pontificia Católica en Ponce y el Centro de Ciencias Moleculares, que tiene laboratorios de caracterización que las industrias utilizan para hacer sus investigaciones.

Fotografía del subdirector del Departamento de Desarrollo Económico y Comercio de Puerto Rico, Carlos Rios, en el marco del foro 'Turismo Educativo: Puerto Rico como destino académico, en San Juan (Puerto Rico). EFE/ Thais Llorca

«Aparte del ecosistema educativo y clínico que tiene Puerto Rico, estamos situados en un punto geográfico que nos da una ventaja. Es un puente de Centroamérica, Sudamérica y América del Norte», agregó Ríos, quien participó recientemente en el foro ‘Turismo Educativo: Puerto Rico como destino académico’, organizado por GFR Media y la Agencia EFE.

El subdirector del DDEC indicó que las instituciones ofrecen «programas bilingües. Esto se considera un atractivo para estudiantes jóvenes estadounidenses que quieren aprender el español como un segundo idioma, o estudiantes de Centroamérica o Sudamérica que quieren aprender el inglés».

Además, en alusión a la población hispana, aseguró que los unen muchas cosas: «nos une no solamente el idioma, el lenguaje, nos une la cultura, ese calor hispano-latino que hace ese proceso de asimilación mucho más fácil. Así que, indudablemente, es uno de los sectores al cual debemos apuntar y al cual debemos atraer con mayor fuerza».

En el foro, tanto representantes gubernamentales como economistas y responsables de universidades coincidieron en que el plan para atraer estudiantes internacionales debe ir dirigido a América Latina y a los hispanohablantes que viven en EE.UU.

«Nosotros somos muy atractivos, particularmente a los hispanos de los Estados Unidos», dijo a EFE David Bernier, exsecretario del Departamento de Estado.

Bernier también hizo hincapié en que el potencial de la isla es su «educación de calidad acreditada en los Estados Unidos y bilingüe». Otro componente es que «es muy costo efectivo» en comparación con universidades estadounidenses.

En promedio, el costo de una matrícula por año académico en Puerto Rico a nivel de bachillerato es de unos 5.700 dólares, mientras que en EE.UU. asciende a 11.600 dólares en las instituciones públicas y a 43.000 dólares en las privadas, según los datos expuestos en el foro.

«Así que los hispanos de los Estados Unidos y también los estudiantes latinoamericanos pueden encontrar en la oferta de Puerto Rico un atractivo, pero tenemos una gran deficiencia, que es que no nos conocen», se lamentó Bernier.

Por ello, abogó por «incluir dentro del proyecto de promoción del destino el componente académico, para que aquellos potenciales estudiantes conozcan cuáles son las virtudes de Puerto Rico».

«Sin duda, Puerto Rico tiene un potencial para convertirse en un referente regional de la educación internacional», subrayó con convicción.

Puerto Rico, un Estado Libre Asociado a EE.UU., presenta como oportunidad estar en medio de las dos Américas, ser bilingüe y convertirse en ese punto de encuentro de las dos culturas: la latinoamericana y la estadounidense.