Berlín, 27 jun (EFE).- El ministro alemán del Interior, Alexander Dobrindt, defendió el proyecto de ley aprobado este viernes en la Cámara Baja del Parlamento para suspender por dos años la reagrupación familiar para personas sin derecho a asilo, con el fin de reducir la inmigración ilegal, ante lo que calificó de excesiva carga para el sistema social que supone la afluencia de inmigrantes.
En una breve intervención ante la Cámara Baja del Parlamento o ‘Bundestag’, Dobrindt señaló que este proyecto de ley, el primero en materia de política migratoria de esta legislatura, tiene como objetivo suspender la reagrupación familiar para las personas con derecho a protección subsidiaria, es decir, aquellas explícitamente sin derecho ni perspectivas de asilo, y «reintroduce la palabra ‘limitación'» en la legislación que regula el derecho de residencia.
«Marcamos así la pauta de la política migratoria para esta legislatura: humanidad y orden», que se traduce en controlar y limitar la inmigración en la misma medida, subrayó Dobrindt .
El titular de Interior del Gobierno que dirige el canciller Friedrich Merz sostuvo que «Alemania sigue siendo un país cosmopolita», pero advirtió de que la capacidad de su sistema social, educativo y asistencial y del mercado inmobiliario tiene un límite, «y por eso la inmigración a Alemania también debe tener un límite».
Además, Dobrindt precisó que la nueva ley permitirá reducir la llegada de inmigrantes en 12.000 personas al año, además de romper el modelo de negocio de las bandas criminales y traficantes de personas que se basa en la lógica de que basta con que una sola persona llegue a Alemania para que luego toda su familia se le pueda unir, un «efecto llamada considerable», dijo, que el gobierno pretende así eliminar.
El responsable alemán de Interior reiteró que la capacidad del país para integrar a los refugiados tiene un límite y los municipios siguen sobrecargados en lo que respecta a su alojamiento, atención e integración, por lo que de lo que se trata es de lograr una «reducción sostenible de la inmigración ilegal».
Dobrindt aseguró que todas las medidas adoptadas por el Gobierno «están surtiendo efecto», con un aumento de las devoluciones en las fronteras y una disminución del número de solicitantes de asilo, dijo.
«En política migratoria apostamos por la cooperación, la coherencia y la claridad: cooperación con nuestros vecinos europeos, coherencia a la hora de reducir los factores del ‘efecto llamada’ y claridad a la hora de enviar señales al mundo», afirmó.