‘Todas las cosas buenas’ de Rufus T. Firefly: “En la mierda pero juntos, saldremos de esta”

Otro divorcio, sin niños ni el jardín soñado, probablemente ni casa en propiedad... y mejor no encender la televisión. No parece 2025 el momento idóneo para cumplir 40 y afrontar la lista de objetivos vitales sin cumplir, a los que Rufus T. Firefly contrapone un disco con "motivos para seguir adelante". "Es disco es un refugio, como decir: 'Estamos en la mierda, pero estamos juntos en ella y saldremos de esta'", explica a EFE Víctor Cabezuelo, que lidera esta banda madrileña desde hace casi 20 años junto a Julia Martín-Maestro y es, como tal, uno de los artífices de 'Todas las cosas buenas' (La Naranja Records/Altafonte). EFE/ La Naranja Records/Altafonte / SOLO USO EDITORIAL/SOLO DISPONIBLE PARA ILUSTRAR LA NOTICIA QUE ACOMPAÑA (CRÉDITO OBLIGATORIO)

Javier Herrero

Madrid, 26 abr (EFE).- Otro divorcio, sin niños ni el jardín soñado, probablemente ni casa en propiedad… y mejor no encender la televisión. No parece 2025 el momento idóneo para cumplir 40 y afrontar la lista de objetivos vitales sin cumplir, a los que Rufus T. Firefly contrapone un disco con “motivos para seguir adelante”.

“Es disco es un refugio, como decir: ‘Estamos en la mierda, pero estamos juntos en ella y saldremos de esta'”, explica a EFE Víctor Cabezuelo, que lidera esta banda madrileña desde hace casi 20 años junto a Julia Martín-Maestro y es, como tal, uno de los artífices de ‘Todas las cosas buenas’ (La Naranja Records/Altafonte).

 Contexto: nuevo cambio de sonido

Abundando en cada trabajo en algún páramo musical nuevo desde el inicial ‘My Synthetic Heart’ (2008), a partir de ‘Nueve’ (2014) empezaron a concentrar cada vez más elogios, que se ampliaron con la psicodelia de ‘Magnolia’ (2017) y que retuvieron con la mirada puesta en Marvin Gaye en el previo ‘El largo mañana’ (2021).

“En este disco hemos intentado pasar por un montón de sitios como un resumen de todo lo que hemos sido en estos 19 años”, señala Cabezuelo ante “temas más oscuros como en los primeros discos, rock psicodélico y otros con mucho más groove”.

A todo ello han sumado “cositas nuevas”: “Un manejo más profundo de sintetizadores y acoplar ritmos electrónicos a las canciones, tocados con cajas de ritmo analógicas”, enumera.

“No te dejes arrastrar por aquella nostalgia de los 80”, pide en la canción ‘El principio de todo’, una máxima (“La de no centrar toda la energía en la nostalgia, porque somos muy dados a esto”, reconoce) que ellos mismos se han saltado con homenajes evidentes a The Smiths o The Cure en el sencillo ‘La plaza’.

 Un disco “para seguir adelante”

En muchas de las letras de este álbum, más directas y “con menos capas de metáforas” que nunca, no se oculta el descontento, especialmente en ‘Lumbre’, la última, que habla “de haber recorrido un camino, ver que las cosas no eran como pensabas que iban a ser, reflexionar y encontrar motivos para seguir adelante”.

Aunque hay referencias al ámbito musical (“Hice tanto por el indie y el indie no hizo nada por mí”, clama en ‘Trueno azul’ este “músico al que nunca le han dado un premio”), la decepción manifestada por su parte y por su entorno es sobre todo vital.

“Que si un segundo divorcio, que si estás vendiendo la casa que compraste con tanta ilusión o, como yo, sigues en alquiler y sin miras de poder asentarte. Ya no hablo ni de crear una familia, esa imagen que tenía a esta edad de tener hijos y un jardín”, reconoce Cabezuelo ante “el shock de ver que el tiempo pasa y estás muy lejos de ello”.

Y sin embargo, en ‘Premios de la Música Independiente’ dice: “Yo quería cantarle a la gente que no encontró su lugar”.

“Yo me estaba hundiendo con todos los desastres que pasan en el mundo y sin un futuro claro, pero de repente me levantaba muy emocionado porque tenía una melodía o un sinte nuevo que probar”, subraya el músico, que quiso trasladar con este álbum “ese giro a la esperanza incluso en canciones que tienen un contexto oscuro”.

 Conciertos diferentes

Fieles siempre a su filosofía y a su manera peculiar de hacer las cosas (“La gente ve como valentía que hagamos canciones de 8 minutos cuando para nosotros es normalidad”, puntualiza), este disco lo han presentado en conciertos con cascos inalámbricos para ofrecer “el detalle de la música en estudio con el alma de la música en vivo”.

“Ha sido una experiencia que nos ha cambiado la vida. La gente salía muy feliz, nosotros más que nadie. Rompimos el espacio entre escenario y público, porque la gente podía caminar y sentarse libremente”, cuenta.

Como consecuencias no premeditadas, además, eso hizo que la gente se concentrara más, que no mantuviera conversaciones o que fuesen muy “puntuales” y que apenas se viesen móviles en alto, además de ofrecerle a la banda “mucho aprendizaje” para afrontar ya con altavoces los próximos conciertos.

Comenzarán el 2 de murcia en el festival Warm Up y continuarán en Córdoba (9 de mayo, Hangar), Almería (10 de mayo, Berlín Social Club) y Valladolid (16 de mayo, Sala Porta Caeli), con otras paradas importantes como Madrid (22 de junio, Alma Festival) y el sueño de repetir la iniciativa de los cascos inalámbricos “con cualquier excusa como una gira por bosques”.