Javier Rodrigo
Pamplona, 4 jul (EFE).- Pamplona ya respira Sanfermines mientras ultima todos los preparativos para que las fiestas de este año transcurran con buen ambiente y normalidad a pesar de la afluencia masiva de visitantes que se espera este fin de semana.
La capital navarra es un hervidero a la espera de que el día 6 a mediodía, cuando se lance el chupinazo, la ciudad se convierta en una marea de blanco y rojo que será la verdadera protagonista de los siguientes nueve días y noches. Se espera para ese primer día de fiestas una jornada agradable en Pamplona, con una temperatura máxima de 27 grados.
Actividad frenética en la hostelería y el comercio
Las estaciones de tren y autobuses de Pamplona son un punto neurálgico en el que confluyen los que se marchan de la ciudad cargados de maletas para pasar las vacaciones lejos del bullicio sanferminero y los que llegan para vivir en primera personas una de las fiestas más internacionales del mundo.
Camiones de reparto de todo tipo circulan este viernes incesantemente por Pamplona, sobre todo por el Casco Viejo, distribuyendo entre los locales de hostelería cajas de botellas de bebidas alcohólicas, agua, refrescos y barriles de cerveza con los que bares y restaurantes esperan colmar las ansias de fiesta de los cientos de miles de personas que se acercarán a la ciudad durante las fiestas.
Por su parte, los comercios no dan abasto durante estos días para atender a los compradores de última hora y visitantes que quieren vestirse de blanco y rojo para dar la bienvenida a los Sanfermines.
Así, hay un trasiego constante de compradores que demandan camisas, polos o camisetas blancas, pantalones largos o cortos del mismo color, zapatillas de deporte -mejor si son de color blanco-, además de pañuelos y fajas de color rojo. No hay que olvidar tampoco los complementos, como los gorros de mil formas y colores, la bisutería alusiva a los Sanfermines, las neveras para ir a los toros, bolsos, mochilas, riñoneras…
Todo listo para los encierros
El encierro es el acto estrella de los Sanfermines. Como todos los años, los operarios de la carpintería Hermanos Aldaz de Puente la Reina han terminado ya la colocación del vallado protector en los aproximadamente 850 metros de recorrido.
Ya están aplicados además los 1.500 litros de producto antideslizante entre la Plaza del Ayuntamiento y la curva de Mercaderes para que toros y corredores no resbalen durante la carrera.
También están ya la primeras ganaderías de la Feria del Toro en los Corrales del Gas, donde los visitantes pueden entrar a conocer a los astados.
Otro vallado, menos vistoso pero también importante, es el compuesto por más de 2.200 vallas de obra que protegen los jardines y puntos estratégicos del entorno festivo para garantizar la seguridad y preservar el patrimonio urbano.
También contribuye a animar este ambiente ‘prefiestas’ en Pamplona la tradicional tómbola de Cáritas en el Paseo Sarasate, que vende cada día miles de boletos con premios directos, entre ellos dos coches, además de productos de alimentación y utensilios de todo tipo y otros más originales como aperitivos para dos personas en locales de hostelería.
Así, entre las prisas del último momento y la inquietud por la cercanía de las fiestas, Pamplona está preparada para la ‘locura’ de los Sanfermines 2025. «Es una locura que a mí, como muy sanferminero que he sido, me parece una locura maravillosa», ha asegurado a EFE el alcalde de Pamplona, Joseba Asiron.
