Barcelona, 11 jun (EFE).- Sónar Barcelona abre este jueves su edición número 32, la más polémica de su historia, tras la cuarentena de artistas que han cancelado su presencia en protesta por los vínculos del festival con el fondo KKR, con inversiones en asentamientos en Palestina, lo que ha obligado al certamen a recoser su programación.

A pesar del goteo de bajas -la venezolana Arca y el francés Rone, entre ellas-, la dirección del festival, que en las últimas semanas se ha afanado en desmarcarse de KKR con una condena total y explícita del «genocidio sobre el pueblo palestino», ha logrado recuperar la normalidad artística «al 100 %», señala la organización, y mantener la cifra de casi 200 actuaciones y propuestas en sus dos sedes (diurna en Fira Montjuic/nocturna en Fira Gran Vía).

Así, a unas horas de la apertura de puertas, la venta de entradas para las tres jornadas del festival (del jueves 12 al sábado 13 de junio) está a niveles de ediciones anteriores y todo apunta a que para la sesión nocturna del sábado podrían llegar a agotarse.
La hispanoargentina Nathy Peluso, que actúa por partida doble y presenta el DJ set inédito ‘Club Grasa’, donde exhibirá su vertiente más electrónica, es uno de los grandes nombres de este año en el que destacan otros estrenos directos de artistas locales: Raül Refree + Niño de Elche (‘cru+es’), Maria Arnal (‘Ama’), el guitarrista alicantino Yerai Cortés, Chano Domínguez & Bronquio o el superproductor Alizzz, con su nuevo disco ‘Conducción temeraria’.
Por los diez escenarios de Sónar de Día y Sónar de Noche, y de los espacios de Sónar+D, pasarán además artistas y creadores internacionales con algunas colaboraciones muy sugestivas, como las de Actress & Suzanne Ciani o la de Alva Noto & Fennesz, estos últimos para presentar ‘Continuum’, homenaje al legado del japonés Ryuichi Sakamoto, una de las figuras más destacadas de la música de vanguardia y contemporánea, verdadero «ADN Sónar».
Eric Prydz, Peggy Gou, Overmono, Max Cooper, Daito Manabe o Cora Novoa presentarán espectáculos de gran formato, shows que se suman a una larga nómina de djs y productores que prometen grandes momentos a cargo de Richie Hawtin, Jayda G, Modeselektor, Dixon, Helena Hauff, Angel Molina o Four Tet, o con prometedoras sesiones a cuatro manos de Skrillex b2b Blawan o Armin van Buuren b2b Indira Paganotto.
Sónar ha exportado el nombre de Barcelona gracias a un modelo cultural que combina música e innovación tecnológica, que ha llevado a varias decenas del ciudades del planeta (las últimas Estambul y Lisboa), subsedes que le han permitido ampliar sus fronteras sonoras, con algunas propuestas que luego aterrizan en Barcelona, y que ayudan a conformar un cartel que combina veteranía, vanguardia, y creación sin prejuicios.
Como es habitual, de forma paralela a lo musical, se desarrollará Sónar+D, el congreso de tecnologías avanzadas, un foro interactivo, con mesas redondas y otras actividades, que este año tiene tres ejes temáticos: ‘IA+Creatividad’, ‘Imaginando el futuro de las industrias creativas’ y ‘Mundos por venir’, sobre los escenarios emergentes.
A lo largo de esta semana, se celebra en Barcelona la Sonar Week, un programa cultural repartido en diferentes espacios de la ciudad: el Pabellon Mies van der Rohe (ciclo ‘SonarMies), la Fundación Colectania, el Palau de la Música (‘Frames Percussion’) o la Fundació Miró (con un concierto ‘extra’ de Yerai Cortes) a lo que se añaden las actividades OFFSónar con más propuestas musicales en el escenario del Poble Espanyol (Adriatique, elrow…).
Desde la dirección del festival, que en su edición de 2024 alcanzó los 154.000 espectadores (incluido OFFSónar) se ha remarcado estos días que el dinero de las entradas no llegará al fondo KKR, ya que tras pagar los costes (artísticos y de logística) del certamen, «los beneficios se reinvierten en las futuras ediciones de Sónar».
Desde que saltara la polémica, el certamen ha querido mantener una línea de «transparencia absoluta» sobre su relación con este fondo, que junto a noventa inversores más, compró la participación que Providence Equity Partners tenía en Superstruct Entertainment, empresa con más de 80 festivales en todo el mundo, que adquirió el evento barcelonés en 2018.
La dirección de Sónar ha detallado que fue una operación financiera en la que no intervinieron ni tuvieron «ni voz ni voto» y que el festival no tiene tampoco «ni injerencia ni control sobre sus decisiones de inversión o funcionamiento interno».
El cartel anunciador de este Sónar 2025, donde se ven unas grúas trabajando, podría servir de metáfora sobre la despedida del festival de su sede en Fira Montjuic, ya que por una cuestión de obras, en 2026 la edición 33 se celebrará en su integridad en el mucho menos urbano espacio de Fira Gran Vía, que ahora alberga únicamente las sesiones nocturnas más masivas (y ruidosas).