Berlín, 12 jul (EFE).- El Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus (CAMS) rastreó varios episodios de desplazamiento de polvo sahariano de larga distancia sobre el Atlántico y Europa en el primer semestre de 2025 que han provocado un aumento de las concentraciones de partículas gruesas que afecta a la calidad del aire en Europa y el Caribe, informó este sábado la agencia en un comunicado.
Mark Parrington, científico sénior del CAMS, señaló que «estos episodios pueden tener un impacto negativo en la calidad del aire a ambos lados del Atlántico y, en consecuencia, representar potenciales riesgos para la salud humana».
Copernicus quiere concienciar sobre las posibles repercusiones en la calidad del aire de estos fenómenos en el Día Internacional de la Lucha contra las Tormentas de Arena y Polvo.
Penachos de polvo del Sáhara atraviesan el Atlántico
En febrero y marzo, los vientos provocaron el desplazamiento de los penachos de polvo hacia la costa noreste de Sudamérica. A finales de abril, la mayor parte de los penachos de polvo llegaban al Caribe y zonas más alejadas.
A finales de mayo y principios de junio, una gran columna de polvo se desplazó a través del Caribe y las Antillas Mayores hasta el golfo de México, lo que provocó un aumento de las concentraciones de partículas gruesas (PM10) en superficie en toda la región.
Las mediciones en superficie de PM10 en Guadalupe y Florida alcanzan picos entre 80-150 μm/m3 y 60-120 μm/m3, respectivamente.
Las intrusiones de polvo continuaron cruzando el Atlántico durante los primeros días de julio y se espera que el último penacho alcance las Antillas Mayores y el Caribe en los próximos días con concentraciones de PM10 en superficie superiores a 60 μg/m3.
Desplazamiento de polvo sahariano a Europa
Frecuentes episodios de polvo sahariano alcanzaron también Europa en los primeros meses del año.
Durante enero y febrero, el Mediterráneo central y oriental experimentó varios brotes de polvo procedente del Sáhara.
Entre enero y mayo, numerosos penachos de polvo se desplazaron a Italia y Grecia, provocando regularmente calima y que el polvo llegara al suelo.
Uno de los episodios más notables se produjo a principios de febrero, cuando un ciclón procedente del norte de África desplazó polvo sahariano a través del Mediterráneo central hasta el sur de Italia y hacia el este hasta Grecia, lo que provocó la degradación de la calidad del aire en la región.
En marzo, un gran penacho que atravesó el Mediterráneo en primavera alcanzó la península ibérica y Francia y se adentró en el norte de Europa hasta el norte de Francia, los países del Benelux y el Reino Unido.
A mediados de abril, otro episodio de calima desplazó volúmenes considerables de polvo sahariano a las regiones del sur de Europa, lo que provocó cielos visiblemente brumosos y amarillentos.
En los primeros días de mayo, las previsiones globales y regionales del CAMS mostraban niveles elevados de concentraciones de PM10 en superficie en zonas de Europa occidental y el Mediterráneo.