Santa Cruz/La Paz 4 ago (EFE).- Los trabajadores de la salud en Santa Cruz, la región más poblada y motor económico de Bolivia, cumplen este lunes ocho días sin prestar atención médica a la población, debido a bonos y salarios impagos por parte de la Gobernación, y anunciaron que la medida de presión se prolongará hasta el próximo 8 de agosto.

El sector de la salud demanda a las autoridades el pago del bono de vacunación, que se entrega desde hace 40 años, el salario correspondiente a julio y el incremento salarial anual, aprobado el 1 de mayo, dijo a EFE el secretario departamental de los trabajadores en salud, Robert Hurtado.

En la región de Santa Cruz más de 2.160.000 de personas están inscritas al Sistema Único de Salud (SUS) para recibir atención en salud universal y gratuita.
Hurtado indicó que cerca de 10.000 trabajadores a nivel departamental se suman al paro y solo se están atendiendo emergencias.
«Lo único que hemos recibido son amenazas y no hay la cancelación (el pago), estamos en este paro y esta semana vamos a parar 120 horas más, lamentablemente, porque estamos exigiendo la cancelación (…) vamos a terminar con el paro cuando nos cancelen o empiecen a pagar», afirmó Hurtado.
Explicó que tanto médicos como enfermeras y enfermeros salen a las calles de la ciudad de Santa Cruz a cumplir con campañas de vacunación contra diferentes enfermedades, pero no reciben alimentación ni transporte, lo que debe ser cubierto con sus propios recursos.
«Este malestar de la población no es reciente, no tenemos espacio (para trabajar), medicamentos, reactivos, la salud sigue igual por esta clase de dirigentes», protestó Hurtado.
Aseguró que su sector defenderá «los derechos de los trabajadores», a pesar del perjuicio que representa un paro para los pacientes que acuden a los centros de salud.
Esta jornada hubo una reunión de todos los trabajadores del sector, en la que determinaron continuar con la medida de presión «para luchar» por sus derechos.
Un cartel pegado en la puerta de un hospital señala que el sector salud «seguirá acatando el paro» hasta el 8 de agosto «por incumplimiento de las autoridades a nuestras demandas».
Mientras tanto, en los hospitales de adultos y de niños, y en los diferentes centros de salud de la ciudad, decenas de personas hacen fila o esperan dentro de los establecimientos a que en algún momento haya atención médica.
En medio de un descenso de la temperatura en la región, con lluvia persistente y frío, los ciudadanos siguen a la espera de que la medida de los trabajadores en salud se levante, pues consideran que es «un perjuicio» para los enfermos.
El paro del sector salud comenzó el 28 de julio y afecta en especial a pacientes que cuentan con el seguro estatal de salud y no pueden recurrir a una atención privada.