Madrid, 9 oct (EFE).- El Ministerio de Trabajo quiere ampliar el permiso retribuido por fallecimiento hasta un máximo de diez días, algo que ha sido bien acogido por parte de los sindicatos, aunque han recriminado al Gobierno la ausencia de negociación, mientras que la patronal CEOE ha tachado el anuncio de «ocurrencia».
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha anunciado este jueves en un desayuno informativo de Europa Press la intención de ampliar el permiso laboral retribuido por fallecimiento de familiares hasta un máximo de 10 días, así como la de poner en marcha un nuevo permiso para cuidados paliativos.
Este cambio, cuyos trámites se iniciarán próximamente y que Díaz ha señalado que ha sido consensuado en el seno del Gobierno, pero no con los agentes sociales, se llevará a cabo vía decreto ley, ya que supone una modificación del Estatuto de los Trabajadores.
Fuentes del Ministerio de Trabajo han apuntado que el permiso irá en función del grado de consanguinidad, como ocurre actualmente, pero con ese máximo de 10 días en lugar de los 2 vigentes (4 si hay desplazamiento).
El Estatuto de los Trabajadores recoge ese permiso «por el fallecimiento del cónyuge, pareja de hecho o parientes hasta el segundo grado de consanguinidad o afinidad».
En cuanto al permiso por cuidados paliativos, las mismas fuentes explican que, en función de las circunstancias, se podrá hacer también mediante reducción de jornada y, al igual que el permiso por fallecimiento de familiar, serían retribuidos por las empresas.
«Nadie puede trabajar bien a los dos días de fallecer un padre, una madre, un hijo o un amigo. Ningún padre o madre puede trabajar cuando su hija está enferma o en paliativos», ha considerado Díaz.
Los agentes sociales piden negociar la medida
Tanto CCOO como UGT han valorado la futura ampliación del permiso por fallecimiento y la creación de uno para cuidados paliativos como «una buena noticia», aunque han considerado que debía haberse abordado antes en el marco del diálogo social.
En un comunicado, UGT ha recogido que esta medida «constituye un avance necesario» en la protección de los derechos laborales y en la conciliación de la vida personal, familiar y laboral; al tiempo que igualaría a España con la situación que ya existe en los países europeos del entorno.
No obstante, UGT entiende que una modificación de esta naturaleza debe abordarse en el marco del diálogo social, ya que sólo así «se podrá garantizar que el cambio legislativo responda al equilibrio y consenso que caracteriza a las reformas del Estatuto de los Trabajadores».
Por su parte, el secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha recordado que «España estaba a la cola de la protección del fallecimiento de familiares con permisos excesivamente cortos» y que ello les hacía recurrir a una «baja» al no estar en condiciones psicológicas de trabajar.
No obstante, aunque ha considerado una buena noticia el incremento de los permisos, ha reconocido que les «hubiera gustado que se hubiera abordado y fuera producto de un acuerdo en el marco del diálogo social».
Por su parte, el presidente de CEOE, Antonio Garamendi, ha afirmado que el Ministerio de Trabajo no le ha comunicado su intención y ha tachado de «ocurrencia» el anuncio de una medida que no se ha abordado en el marco del diálogo social y de la que no tiene información alguna al respecto.
Garamendi ha asegurado que esta medida se ha planteado «sin un informe económico» que la avale y supone «un menosprecio total al diálogo social», y ha acusado a la ministra de anunciarla «para su carrera electoral». «No son las formas», ha lamentado.
Desde la asociación de autónomos UATAE también han valorado la medida y han reclamado que se aplique también a los trabajadores por cuenta propia que «merecen poder detener su actividad ante una pérdida familiar sin miedo a perder ingresos».