Madrid, 3 abr (EFE).- La Dirección General de Tráfico (DGT) ha lanzado una guía dirigida a las personas mayores y su entorno próximo que incluye dos cuestionarios que tienen como objetivo ayudar a reconocer posibles señales que indiquen la existencia de un potencial riesgo en la conducción por parte de los conductores de más edad.
La esperanza de vida de la población española ha aumentado en las últimas décadas, lo que se refleja también en que se han incrementado los años durante los que se puede permanecer al volante.
En la actualidad, más de cuatro millones de personas mayores conducen de forma habitual, una cifra que irá aumentando con el paso de los años.
La ‘Guía de Consejo Sanitario Vial para el conductor mayor y su entorno próximo’ incide principalmente en las aptitudes psicofísicas del conductor ya que, si bien la edad no condiciona la conducción, estas pueden verse afectadas según se van cumpliendo años con el riesgo que ello puede suponer, señala Tráfico en un comunicado.
Se trata de una guía eminentemente práctica, dirigida no solo al conductor mayor, sino también a su entorno familiar y social más próximo que, junto a consejos y recomendaciones prácticas, recoge también herramientas y señales para su entorno, y un protocolo de ayuda ante la decisión de tener que abandonar la conducción.
Además, incluye dos cuestionarios relacionados con la conducción, uno para ser respondido por el conductor mayor y otro por el familiar o el entorno próximo, una herramienta de exploración para ayudar a reconocer posibles señales que indiquen que existe un potencial riesgo en la conducción.
Ambos son iguales y se componen de tres áreas de exploración: la primera de ellas a nivel cognitivo y emocional, la segunda a nivel físico y la tercera a nivel particular de conducción.
La guía se incluye en el marco de la Estrategia de Seguridad Vial para Mayores que Tráfico está desarrollando y que pretende convertirse en una hoja de ruta para trabajar con las personas mayores y su relación con el entorno vial.
Partiendo de datos empíricos y estadísticos, se pretende identificar los desafíos y, por tanto, proponer soluciones en forma de recursos, formación y proyectos que faciliten la labor de concienciación personal y social, que incidan positivamente en la seguridad de los mayores y en su bienestar.