Buenos Aires, 3 jun (EFE).– El movimiento feminista Ni Una Menos cumple este martes diez años en Argentina, donde se produjo entonces una movilización histórica tras una serie de feminicidios que sacudieron al país. En una entrevista con EFE, la portavoz este movimiento Lucía Cavallero afirma: «Hemos conseguido una revolución sensible y masiva».
Aquel 3 de junio de 2015, más de 200.000 personas se echaron a las calles de Buenos Aires y otras ciudades para poner en marcha la cuarta ola de feminismo e iniciar una de las más importantes transformaciones de la sociedad argentina y latinoamericana.
Cavallero, una de la voces más conocidas de Ni Una menos, asegura que este movimiento logró un “proceso de sensibilización de la sociedad, en términos de cambio de tolerancia a las violencias. No somos los mismos y las mismas después de ese 2015”.
La consigna Ni Una Menos, inspirada en el grito mexicano ¡Vivas nos queremos!, surgió en marzo de 2015 durante una lectura colectiva contra los feminicidios y la violencia de género en la puerta de la Biblioteca Nacional.
Convocada por periodistas, escritoras y poetas, entre ellas María Moreno, Selva Almada y Gabriela Cabezón Cámara, se desató una actividad inesperada y se abrió el micrófono a quienes quisieron participar.
De un tuit visceral a un movimiento multitudinario

Dos meses después, el 11 de mayo, se confirmó el feminicidio de Chiara Páez, una adolescente de 14 años embarazada que fue asesinada por su novio en Rufino, Santa Fe. Ese crimen, el décimo en la provincia en lo que iba del año, desató una reacción social sin precedentes en Argentina.
Esa misma noche, la periodista Marcela Ojeda publicó en Twitter un mensaje que quedaría en la historia: “Actrices, políticas, artistas, empresarias, referentes sociales, mujeres, todas, bah. ¿No vamos a levantar la voz? Nos están matando”. Estas palabras fueron el punto de partida de la movilización que tuvo lugar el 3 de junio de 2015.
“Fue una reacción visceral ante situaciones que estaban pasando y que aún se mantienen”, recordó Ojeda a EFE.
“Lo escribí desde la bronca, el enojo, la pena y la enorme convicción de que había que salir a las calles. El Ni Una Menos es un mojón en el movimiento de mujeres y feminismos: no nació de una red social o un tuit, es el resultado de un robusto camino recorrido en la Argentina y que se sostiene con los activismos”, destacó.
Una agenda en expansión

Ni Una Menos se consolidó sobre un legado de décadas de luchas: de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, de la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, del sindicalismo y de los movimientos sociales surgidos en la crisis de 2001 que desembocó en el ‘corralito’.
Para Cavallero, en 2015 se inició un ciclo de movilización feminista que “no te pide ninguna carta de presentación para sentirte parte”.
El colectivo adoptó desde el inicio una lógica asamblearia, transversal y deliberativa, que integró a activistas independientes, sindicatos, partidos y agrupaciones sociales.
En 2016, el movimiento dio otro paso clave: convocó la primera huelga feminista. “Ahí se empieza a hablar de violencia económica y se teje una alianza histórica entre feminismo y sindicalismo”, apunta.
Fue también el momento en que surgió la consigna ampliada: “Vivas, libres y desendeudadas nos queremos”, en referencia al ciclo de endeudamiento iniciado con el Gobierno de Mauricio Macri (2015-2019).
Durante la pandemia de la covid-19, pese a las restricciones, el movimiento se mantuvo activo. “Fue un momento de crisis. Las mujeres salimos con más trabajo de cuidados. Pero también conseguimos el aborto legal. La Marea Verde fue parte de esa victoria”, destaca Cavallero.
Resistencias y desafíos actuales
Ni Una Menos se mueve ahora en un escenario político nuevo en Argentina. “Estamos frente a un gobierno de ultraderecha que no solo niega la violencia de género, sino que la promueve desde el propio Estado”, denuncia la portavoz del movimiento.
La situación se replica a nivel internacional. “Estamos en un régimen de guerra y de ataque de las ultraderechas hacia los feminismos en todo el mundo, así que el internacionalismo se hace más necesario que nunca”, afirma Cavallero, al añadir: “La ultraderecha disputa cuerpo a cuerpo nuestros espacios. Tenemos que organizarnos capilarmente”.
Este miércoles se espera una multitudinaria manifestación en las ciudades argentinas para conmemorar los 10 años de Ni Una Menos. La convocatoria, originalmente prevista para este martes, se trasladó al 4 de junio en solidaridad con la movilización de jubiladas y jubilados que se realiza cada semana frente al Congreso, en Buenos Aires.
Laura Guarinoni