Ciudad de México, 19 sep (EFE).- A ocho años del sismo de 2017, vecinos damnificados del Multifamiliar Tlalpan denunciaron este jueves que enfrentan el riesgo del desplazamiento forzado de su comunidad, en medio de amenazas de muerte contra una integrante de la Asamblea Vecinal y su hijo pequeño.
En un comunicado, los damnificados, que ascienden a más de veinte mil, afirmaron que los agresores dejaron un documento con amenazas directas y que existen videos donde se muestra su rostro.
Según la denuncia, los responsables aseguran tener vínculos con funcionarios de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX), además de contar con la colaboración de abogados corruptos y grupos de choque.
“La denuncia de este hecho está interpuesta ante la FGJCDMX, misma que no ha realizado acción alguna desde entonces”, señalaron los vecinos, quienes exigieron a la fiscal Bertha Alcalde Luján ordenar medidas urgentes para proteger la vida y la integridad de la mujer y su hijo, así como abrir una investigación sobre la posible colusión de funcionarios.
Los damnificados recordaron que, tras el terremoto de 2017, iniciaron un movimiento para defender el derecho a la vivienda. “Nuestra lucha logró que miles de personas volvieran a casa pese a la intención totalmente opuesta del Estado”, indicaron.
Los vecinos afectados advirtieron que enfrentan una nueva crisis marcada por la especulación inmobiliaria, la gentrificación y el encarecimiento de la vivienda en la capital mexicana.
“Este fenómeno de desplazamiento no es una casualidad; es la consecuencia de políticas urbanas que benefician al capital y a la especulación inmobiliaria por encima de las necesidades de las personas”, afirmaron.
La Asamblea Vecinal del Multifamiliar Tlalpan expresó su solidaridad con otras comunidades que han sufrido emergencias recientes, como la explosión de una pipa de gas en Iztapalapa la semana pasada, que se cobró la vida de 25 personas, y llamó a defender el derecho a permanecer en sus hogares frente al avance de los grandes capitales.
“No luchamos solo por un edificio, luchamos por la reconstrucción de nuestros hogares, por el arraigo y por la seguridad de llegar a casa”, subrayaron los damnificados, quienes advirtieron que defenderán su patrimonio “a costa de lo que sea necesario”.
El 19 de septiembre de 2017 un terremoto de magnitud 7,1 con epicentro entre Puebla y Morelos, centro del país, dejó cerca de 370 muertos, 228 de ellos en Ciudad de México.
El impacto emocional fue mayor porque esa misma fecha, pero de 1985, ocurrió un sismo con magnitud de 8,1 que dejó más de 20.000 muertos, la mayor parte en la capital mexicana, por lo que se considera el más destructivo de la historia reciente de México.
La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, recordó este viernes a las víctimas de los sismos de 1985 y 2017, en una ceremonia que consistió en izar la bandera frente al Palacio Nacional, donde juró que su Gobierno ha trabajado en prevención.