Roma, 17 may (EFE).- Las cofradías españolas del cristo de la Expiración, ‘El Cachorro’ (Sevilla), el Paso y la Esperanza (Málaga) y el Nazareno (León) sorprendieron este sábado en Roma a turistas y vecinos con una inédita procesión que recorrió el entorno del Coliseo y el Circo Máximo.
Enmarcada en el Jubileo de las Cofradías, que ha atraído este fin de semana a la Ciudad Eterna a cofrades de distintos rincones del mundo, esta representación de la Semana Santa española participó en una gran procesión con otras imágenes procedentes de Italia, Francia o Portugal, en un entorno inigualable y con miles de espectadores a lo largo del recorrido.
“Esto no se puede explicar con palabras”, dijo emocionado a EFE Adrián Falcón, uno de los 274 portadores del inmenso trono de la virgen de la Esperanza de la capital malagueña que, con 14 metros de largo, 6 de alto y 5.400 kilos de peso, es el de mayores dimensiones de la región española de Andalucía.
La lluvia, que por momentos acechó, generó nerviosismo a algunos de los asistentes, que al paso de las cofradías por la tribuna de autoridades situada frente al Monte Palatino miraron con preocupación al cielo grisáceo, que dejó caer algunas gotas finas.
Evento inédito

Este inédito evento solo cuenta con un antecedente similar: la procesión por las calles de Roma y la Ciudad del Vaticano de la virgen granadina de los Escolapios en 2001 con motivo de un congreso mariano que llevó su paso de palio a las plantas del entonces papa, hoy santo, Juan Pablo II.
Aunque nunca antes se había organizado una procesión ‘magna’ con distintas imágenes de distintos puntos de la geografía española en la capital italiana y junto a espacios simbólicos como el Anfiteatro Flavio y el Circo Máximo, donde en la antigua Roma se martirizó a los primitivos cristianos.
Los cortejos, formados por unos 1.000 cofrades de las tres hermandades, discurrieron desde las 14.00 hora local (12.00 GMT) por un recorrido de casi cuatro kilómetros que dio comienzo en la piazza Celimontana, donde se instalaron carpas de grandes dimensiones en las que se montaron durante la última semana los pasos y tronos.
Allí también se situaron otras cofradías de Italia, como la de Maria Addolorata de la ciudad siciliana de Enna, los crucifijos de las Cassace de Génova (norte) o el antiquísimo Le Dévot Christ, una imagen del siglo XIV procedente de Perpignan (Francia).
Barroco andaluz en Roma
Una de las imágenes más destacadas fue la del cristo de la Expiración de Sevilla, conocido como ‘El Cachorro’ ya que su escultor, Francisco Antonio Ruiz Gijón (1653-1750), se inspiró en el rostro moribundo de un gitano del barrio de Triana conocido con ese apodo, que constituye una de las piezas capitales del prodigado barroco andaluz.
Con sus 35 costaleros, comandados por el capataz Ismael Vargas, el discurrir solemne y con música fúnebre en algunos momentos del Cristo sevillano contrastó con la alegría desbordada del trono de la Esperanza, que con vivas y marchas alegres llenó el recorrido de momentos emocionantes en los que no faltaron las lágrimas de algunos asistentes.
También dejó momentos para el recuerdo el Nazareno de León, una de las devociones más extendidas de la Semana Santa de la región española de Castilla y León, que estuvo acompañado por su agrupación musical, que lleva el mismo nombre que su titular.
“Estar pisando suelo romano, cuna de la cristiandad, para nosotros es un auténtico orgullo”, señaló emocionado Antonio Marle, vicejuez de Penas del Nazareno de León.
Las tres imágenes, que residieron durante la semana en la Basílica de San Pedro del Vaticano en el caso de las andaluzas, y en la de San Andrea della Valle en el caso de la leonesa, dejaron sin aliento a turistas, locales y cofrades, que tardarán en olvidar una procesión que llevó el fervor popular de las cofradías españolas al centro de la cristiandad.
Miguel Salvatierra