Washington, 12 may (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró este lunes que sería “estúpido” rechazar el Boeing 747-800 que le pretende regalar la familia real catarí para que lo utilice como Air Force One, el avión presidencial estadounidense.
“Podría ser un estúpido y decir: ‘No, no queremos un avión gratis y carísimo’. Pero me pareció un gran gesto”, declaró el mandatario republicano durante una rueda de prensa en la Casa Blanca.
Trump dijo que está “decepcionado” con Boeing porque está tardando mucho en fabricar un nuevo Air Force One para reemplazar al actual, que considera anticuado.
Afirmó que los cataríes son conocedores de estos retrasos y que han sido muy “amables” con su ofrecimiento.
Cuestionado sobre qué hará con el avión catarí cuando concluya su mandato, Trump afirmó que dejará de utilizarlo y que lo depositará en su biblioteca presidencial, el espacio conmemorativo que construyen los expresidentes cuando dejan la Casa Blanca.
Trump le dijo además a una reportera de la cadena ABC News que debería sentirse “avergonzada” por preguntarle por las consideraciones éticas que surgen de aceptar gratis un lujoso avión catarí.
El regalo de Catar para Trump está previsto que se anuncie esta semana durante el viaje que el presidente estadounidense llevará a cabo por Oriente Medio.
Según la prensa norteamericana, el avión es tan lujoso que es conocido como un “palacio volador”, y Trump lo vio cuando estuvo estacionado en febrero en el aeropuerto internacional de West Palm Beach, en Florida.
Los servicios jurídicos de la Casa Blanca y del Departamento de Justicia concluyeron que es legal que el Pentágono acepte la aeronave.
Un grupo de senadores demócratas, miembros del Comité de Relaciones Exteriores de la cámara alta, denunció este lunes en un comunicado que el regalo representa “un claro conflicto de intereses” e “invita a la influencia extranjera” en Estados Unidos.
“La Constitución es clara: los funcionarios electos, como el presidente, no pueden aceptar grandes regalos de gobiernos extranjeros sin el consentimiento del Congreso”, apuntaron.
El precio de un Boeing 747-800 nuevo ronda los 400 millones de dólares, y el que Trump recibiría tiene cerca de una década de antigüedad, según el diario The New York Times.