Washington, 11 jun (EFE).- El presidente estadounidense, Donald Trump, dijo este miércoles que como parte del pacto comercial con China, aún pendiente de aprobación, EE.UU impondrá un 55 % de aranceles sobre Pekín, que a su vez mantendrá un 10 % de gravámenes a Estados Unidos.
«Nuestro acuerdo con China está terminado, sujeto a la aprobación final del presidente Xi (Jinping) y mía. Los imanes completos, y cualquier mineral de tierras raras necesario, serán suministrados por China», anunció Trump en una publicación en su red Truth Social.
El presidente agregó que según lo acordado en las reuniones entre altos funcionarios chinos y estadounidenses en Londres, EE.UU. cumplirá con su parte del trato, que incluye la aprobación de visas a estudiantes chinos matriculados en universidades del país.
«Estamos obteniendo un total de 55 % de aranceles, China está obteniendo el 10%. ¡La relación es excelente!», indicó Trump.
Poco después, en otra publicación en Truth Social, el mandatario estadounidense adelantó que trabajará «en estrecha colaboración» con Xi Jinping «para abrir China al comercio estadounidense».
«¡Esto será un gran TRIUNFO para ambos países!», vaticinó Trump.
China y Estados Unidos concluyeron este martes dos jornadas de negociaciones comerciales en Londres con un acuerdo preliminar para establecer un marco de trabajo beneficioso para ambas partes tras la llamada entre Trump y Xi la semana pasada, calificada de «muy positiva» por el presidente estadounidense.
«Ambas partes presentarán un informe a sus respectivos líderes sobre las conversaciones mantenidas en la reunión, así como sobre el marco alcanzado en Ginebra. Esperamos que los avances logrados en esta reunión de Londres contribuyan a una mayor confianza entre China y Estados Unidos», dijo sobre las negociaciones Li Chenggang, viceministro de Comercio y representante de comercio internacional del país asiático.
Las conversaciones se centraron en relajar los controles a la exportación en bienes como los minerales de tierras raras o los semiconductores y buscaron rebajar las tensiones entre las dos potencias económicas, después de acusaciones mutuas de incumplir un pacto alcanzado en Ginebra el mes pasado.
Entonces, Washington se comprometió a rebajar sus gravámenes del 145 % al 30 %, y Pekín del 125 % al 10 %, con un plazo de 90 días para negociar un nuevo pacto comercial.
China y EE.UU. han chocado a cuenta de los semiconductores avanzados que impulsan la inteligencia artificial, las tierras raras -vitales para los fabricantes de vehículos eléctricos- y los visados para estudiantes chinos en universidades estadounidenses.