Naciones Unidas, 23 sep (EFE).- El presidente de EE.UU., Donald Trump, dijo este miércoles en su intervención ante la Asamblea General de Naciones Unidas que «es hora de terminar con este fracasado experimento de fronteras abiertas» y aseguró a los presentes que «sus países se están yendo al infierno» debido a la inmigración.
Trump hizo de la lucha contra la inmigración uno de los puntos centrales de su discurso, en el que condenó lo que la Casa Blanca llamó «movimientos globalizadores», y aseguró que en EE.UU. su Gobierno ha «tomado medidas contundentes para frenar rápidamente la migración irregular».
El presidente estadounidense dijo que la inmigración a nivel global está «descontrolada» y volvió a insistir a los delegados y líderes congregados: «sus países están siendo arruinados».
El mandatario republicano aseguró que las prisiones de países europeos como Alemania, Austria o Suiza están invadidas por presos que eran solicitantes de asilo que «en retorno por la amabilidad pagaron con crimen».
«Es hora de poner fin a este fallido experimento de fronteras abiertas. Tienen que terminar con ello de una vez. Creánme, les puedo decir que soy un verdadero experto en este tema. Sus países se están yendo al infierno», afirmó en un discurso nativista en que el llegó a advertir a Europa de sucumbir a un «monstruo» que «está destruyendo su herencia» por el afán de ser «políticamente correcto»
Como ha hecho en recientes visitas al Viejo Continente, Trump se cebó con Europa y la inmigración. «Esa no es la Europa que amo».
«Me preocupa Europa. Amo Europa. Amo a su gente, y me apena verla afectada por la crisis energética y la inmigración», explicó en referencia también a la compra de crudo por parte de algunos países de la Unión Europea (UE) o a las políticas europeas sobre energías limpias, contra las que cargó una vez más, defendiendo el uso del carbón, recurso del que dijo que EE.UU. tiene «las mayores reservas del mundo».
Acusó además a la ONU de «no resolver los problemas que debería abordar con frecuencia» en este terreno, y de crear «nuevos problemas que luego tenemos que solucionar».
«Las Naciones Unidas están financiando un ataque contra los países occidentales y sus fronteras», dijo Trump, que aseguró que el organismo «presupuestó 372 millones de dólares en ayuda económica para apoyar el viaje de unos 624.000 migrantes hacia Estados Unidos».
«¡Imagínense! La ONU apoya a quienes entran ilegalmente a Estados Unidos, y luego nosotros tenemos que deportarlos», añadió el republicano, que ha aplicado una política de mano dura con fronteras blindadas y deportaciones a gran escala.