Trump prometió un auge petrolero, pero el sector se enfrenta a despidos y menor extracción

Fotografía de archivo del presidente Donald J. Trump. EFE/CRISTOBAL HERRERA-ULASHKEVICH

Austin (EE.UU.), 10 sep (EFE).- El presidente Donald Trump prometió en su campaña presidencial un ‘boom’ petrolero en EE.UU., repitiendo una de sus frases célebres «drill, baby, drill» (perforar, cariño, perforar), pero la caída de los precios del petróleo, junto a la imposición de aranceles al acero y el aluminio, han forzado a las empresas energéticas norteamericanas a ralentizar la extracción y recortar empleos.

ConocoPhillips, una de las principales petroleras del país, anunció la semana pasada que despedirá hasta una cuarta parte de su plantilla, alrededor de 3.250 empleados. Meses antes, Chevron ya había comunicado la eliminación de unos 9.000 puestos de trabajo para reducir costes operativos.

«Es una bofetada a los productores»

En lo que va de año, el precio del crudo ha ido disminuyendo hasta tal punto que la Administración de Información de Energía de EE.UU. (EIA) prevé que se sitúe en torno a 50 dólares por barril a inicios de 2026, frente a los 68 dólares de agosto de 2025, lo que representaría una caída del 27 %.

Esta reducción se debe a que la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados en el grupo de productores (OPEP+) han decidido aumentar su producción, algo que rebaja los precios del crudo a nivel global y favorece a los productores de hidrocarburos más baratos de extraer como Arabia Saudí, los emiratos o Irán.

Trump presionó explícitamente para que se tomara esta decisión, amenazando con aranceles y con el objetivo de mantener el precio de la gasolina bajo en el país, apaciguando a sus votantes, según indicaron fuentes de la Casa Blanca al portal Político en marzo.

Con los precios bajos y el coste de la perforación más alto -debido a los aranceles a productos de acero necesarios para procesos más onerosos como el fracking o fractura hidráulica- la extracción de crudo en EE.UU. se ha ralentizado.

Esto es especialmente palpable en la Cuenca Pérmica, al oeste de Texas, donde se produce más de un 40% del crudo del país, según explicó a EFE Kirk Edwards, consejero delegado de la petrolera Latigo Petroleum.

«Muchas compañías petroleras están optando por mantenerse al margen y esperar a que pase este periodo, a ver si los precios suben y, con suerte, se eliminan los aranceles, para así poder retomar la perforación», indicó el ejecutivo.

En la región, agregó, alrededor de 50 plataformas de perforación se han visto obligadas a cerrar, dejando sin empleo a miles de sus trabajadores.

La decisión de la OPEC de aumentar la producción es, para Edwards, una «bofetada en la cara» para los ejecutivos y trabajadores de la industria. «Nos están hiriendo cuando ya estamos en el suelo», agregó.

La Reserva Federal de Dallas confirmó que la actividad del sector energético se contrajo en el segundo trimestre del año. El índice agregado de empleo en la industria pasó de cero en el primer trimestre a -6,6 en el segundo.

Por su parte, la EIA calcula que la producción de crudo estadounidense caerá en unos 13,4 millones de barriles diarios en julio a poco más de 13 millones a finales del próximo año.

Alejandra Arredondo