Washington, 28 abr (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recibió este lunes en la Casa Blanca a los vigentes campeones del Super Bowl de la NFL, los Philadelphia Eagles, que contaron con llamativas bajas como la de su ‘quarterback’, Jalen Hurts.

“A lo largo de su extraordinaria temporada, este increíble grupo de guerreros -porque eso es lo que son, auténticos guerreros modernos- inspiró al mundo con su espíritu increíble, su dominio atlético y su trabajo en equipo excepcional”, dijo Trump.
“Y lograron que los aficionados de los Eagles en todo el mundo se sintieran verdaderamente muy orgullosos”, añadió.
Los Eagles ganaron el Super Bowl LIX a los Kansas City Chiefs por 40-22 el pasado 9 de febrero en Nueva Orleans.
Trump acudió al partido, convirtiéndose en el primer presidente estadounidense en ejercicio en asistir a un Super Bowl.
En la recepción de hoy en la Casa Blanca, los Eagles obsequiaron a Trump con un casco del equipo y una camiseta con el ’47’ a la espalda, por su número como presidente en la historia de Estados Unidos.
Trump dedicó buena parte del acto a elogiar a la estrella de los Eagles, Saquon Barkley, a quien este domingo invitó a jugar al golf en su campo de Nueva Jersey y con quien luego viajó a Washington a bordo del Air Force One.
A la recepción faltaron numerosos jugadores de la plantilla de los Eagles, como su mariscal de campo, Jalen Hurts.
Los Eagles dijeron que las bajas eran debidas a un “conflicto de agenda”, aunque la fecha hacía semanas que se conocía.
En 2018, los Eagles, también ganadores ese año del Super Bowl, vieron como Trump cancelaba la invitación que les había enviado después de que se supiera que el equipo pretendía mandar a un reducido número de jugadores.
La entonces portavoz de la Casa Blanca y actual gobernadora de Arkansas, Sarah Sanders, acusó a los Eagles de buscar una acción mediática con trasfondo político.