Trump visita Texas tras las inundaciones y rechaza las críticas al sistema de alarmas

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, visitó este viernes las zonas afectadas por las devastadoras inundaciones en Texas y desestimó las dudas sobre las carencias en el sistema de alertas de emergencia en la región. EFE/EPA/SAMUEL CORUM / POOL

Austin (EE.UU.), 11 jul (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, visitó este viernes las zonas afectadas por las devastadoras inundaciones en Texas y desestimó las dudas sobre las carencias en el sistema de alertas de emergencia en la región.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, visitó este viernes las zonas afectadas por las devastadoras inundaciones en Texas y desestimó las dudas sobre las carencias en el sistema de alertas de emergencia en la región. EFE/EPA/SAMUEL CORUM / POOL

En una mesa redonda junto al gobernador de Texas, Greg Abbott, y autoridades locales, Trump cargó contra una reportera que preguntó sobre las carencias del sistema de alertas de emergencia en el condado de Kerr, el más afectado por el desastre y donde se han encontrado la mayoría de las al menos 120 víctimas mortales.

«Solo una persona muy malvada haría una pregunta así», le respondió el líder republicano. «Es fácil sentarse y decir ‘¿qué podría haber pasado aquí? y preguntarse si podríamos haber hecho algo diferente. Esto fue algo que nunca sucedió antes y nadie ha visto nada igual», insistió.

Su visita llega a medida que aumentan las preguntas sobre la respuesta de las autoridades locales durante las inundaciones y el rol que las carencias del sistema de alertas tuvo en la tragedia.

Una investigación del diario The New York Times reveló que el condado de Kerr no había podido recibir la financiación necesaria para mejorar el sistema de alertas por inundaciones, a pesar de que la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) había alertado que la región «probablemente» se inundaría este año.

En un informe publicado en 2024, FEMA había estimado que el costo de este nuevo sistema, centrado solo en crecidas del río Guadalupe, costaría un millón de dólares, según recogió el periódico estadounidense.

En Kerrville, tanto Trump como los funcionarios del condado rechazaron las críticas a la infraestructura de emergencia local y aseguraron que es momento de que los texanos permanezcan unidos, sin buscar qué falló.

«Creo que todos hicieron un trabajo increíble dadas las circunstancias. (…) Esto es algo que sucede cada 500 o 1.000 años. Simplemente admiro el trabajo que todos hicieron. Solo tengo admiración», aseguró durante una mesa redonda celebrada en Kerr.

El desastre, que se desató por las fuertes lluvias que cayeron entre el 3 y 4 de julio, dejó más de 161 desaparecidos, al menos 120 muertos y kilómetros de destrozos en la región del Hill Country, a las afueras de San Antonio.

Las autoridades locales han sido cuestionadas por ciudadanos y expertos por no haber ordenado la evacuación de las zonas cercanas al río, pese a las intensas lluvias y a las alertas emitidas por el Servicio Meteorológico Nacional (NWS, en inglés).

Varios residentes consultados por EFE cuentan que recibieron los avisos muy tarde o no los vieron hasta que se despertaron abruptamente cuando la inundación ya era inminente.

Ante las presiones, Abbott convocó el martes para finales de julio una sesión especial de la legislatura estatal para examinar todo lo relacionado con la tormenta y asegurarse de que existan los sistemas necesarios para prevenir otras tragedias en el futuro.

Desde la 01:00 hora local del sábado pasado (06:00 GMT), el Servicio Nacional de Meteorología comenzó a emitir alertas sobre la amenaza de inundaciones en los condados de Bandera y Kerr.

En una de las primeras ruedas de prensa tras el desastre, las autoridades reconocieron que los pronósticos de lluvia subestimaron las precipitaciones.

Algunos expertos, sin embargo, han expresado dudas sobre qué tan preparada estaba la región, dada la magnitud de la tragedia.

«Parece que se podrían haber aplicado (…) medidas preventivas para reducir el riesgo de muertes si los organizadores de los campamentos afectados y las autoridades locales hubieran atendido las advertencias del gobierno y de fuentes meteorológicas privadas», señaló el principal meteorólogo de la empresa AccuWeather, según el medio local The Texas Tribune.

En total, entre la noche del 3 de julio y la madrugada del 4 se acumularon entre 12,7 y 27,9 centímetros de lluvia en los condados de Kerr, Bandera, Tom Green y Kendall, según el NWS.

«Nunca había visto algo así. (…) He visto muchos huracanes y tornados y nunca había visto algo de ese tipo. Es algo terrible», dijo este viernes Trump sobre el efecto de esas fuertes precipitaciones, ofreciendo junto a la primera dama, Melania, su pésame a los afectados.