Madrid, 25 jun (EFE).- La última sesión de control al Gobierno celebrada en el pleno del Congreso en este periodo de sesiones ha estado marcada de nuevo por el caso Koldo y las voces de los diputados del PP y de Vox pidiendo a gritos la dimisión de los ministros del PSOE y tachando de cómplices a los de Sumar.
«Maravilloso espectáculo», ha resumido la presidenta de la Cámara, Francina Armengol, obligada a intervenir en numerosas ocasiones a lo largo de la mañana para aplacar los gritos y garantizar que se escuchaba al ministro en uso de la palabra.
Con rostro cansado, Armengol ha lamentado la imagen que daba el hemiciclo, «de falta de respeto absoluta a los ciudadanos de este país», y ha pedido a los diputados de la oposición que, si no querían escuchar al Gobierno, no le formularan preguntas.
«Ya está bien señores y señoras diputados del grupo popular, ya está bien», ha afirmado intentando acallar los gritos de «dimisión» que ha coreado en varias ocasiones la bancada del PP, dirigidos a los ministros de Presidencia, Félix Bolaños; Interior, Fernando Grande-Marlaska; o Inclusión, Elma Saíz.
A ese grito, que no era nuevo en el hemiciclo, se ha unido este miércoles el de «cómplices», término con el que diputados del PP y Vox han recriminado a la vicepresidenta Yolanda Díaz y a la ministra Sira Rego, miembros del grupo Sumar, que permanezcan en el Gobierno tras el caso Koldo.