Buenos Aires, 20 ago (EFE).- La ultraderecha argentina, encarnada en la figura del presidente Javier Milei, hace uso de una «retórica viril» que interpela a los hombres jóvenes para «culpar de sus fracasos al feminismo», afirmaron a EFE expertos de la Universidad de Buenos Aires (UBA) que analizan en un informe el surgimiento de nuevos tipos de masculinidades en el país suramericano.
«Los discursos de ultraderecha han interpelado a un público masculino y joven, y bajo la premisa de que la masculinidad está en crisis quieren recuperarla», dijo a EFE Sebastián Klein, del Observatorio Universitario de Buenos Aires (OUBA) y uno de los autores del informe titulado ‘La derecha sale del closet. Ataques a feminismos e ideología de género como batalla cultural’.
El estudio, gestado y publicado desde la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, indica que las nuevas derechas mundiales, y en particular en Argentina, construyen su narrativa política alrededor de la idea de una «masculinidad bajo amenaza», apelando a sectores jóvenes que sienten incertidumbre frente a un futuro de precarización laboral y crisis social.
Uno de los puntos clave del análisis es el rol de las redes sociales: «Los algoritmos venden la imagen de varón, parecería que para ser macho en las sociedades contemporáneas hay que ser antifeminista, individualista y oponerse al cooperativismo, al rol central del Estado en la regulación de la vida social, diferenciarse de cualquier tipo de organización colectiva”, afirmó Klein.
El investigador experto en género insistió en que las derechas «construyen una retórica de la masculinidad ofendida, reactiva y agresiva», a través de influencers con «estética rockera y rebelde, que -haciendo burlas misóginas- gritan y desatan una violencia sistemática en función del colectivo feminista».
El antropólogo Hernán Palermo, también autor del informe, consideró, en declaraciones a EFE, que uno de los riesgos de esta narrativa es su «embate contra la vida colectiva, contra la idea del otro como semejante», en un contexto de exaltación del individualismo.
«Lo que está en disputa es la posibilidad de construir lazos desde lo común y lo colectivo, más que un avance contra los movimientos feministas, es un avance contra aquello que se construye desde lo común, desde lo colectivo, desde lo organizativo», afirmó.
Capitalismo de plataforma y utopías de libertad
El informe del Observatorio del OUBA reflexiona también sobre las transformaciones que azotaron en las últimas décadas el mundo del trabajo, con el avance del capitalismo de plataformas tecnológicas.
Palermo añadió que la irrupción de aplicaciones de reparto a domicilio, transporte o servicios digitales han reconfigurado las formas de empleo visibles en las ciudades -como los repartidores en bicicleta o los conductores de autos- y modalidades de teletrabajo sin regulación: «empleos atomizados, hiperindividualizados y atravesados por la precarización y la informalidad».
En este escenario emerge una falsa «utopía de libertad», agrega.
«El capitalismo de plataformas logra articular un imaginario de autosuficiencia y emancipación que, lejos de garantizar estabilidad, consolida una subjetividad dócil al mercado y desprovista de protecciones colectivas», explica el investigador.
Klein sintetizó: «Los jóvenes sienten miedo al fracaso, a no tener una casa, a no poder alimentarse, y eso los lleva a sentirse interpelados por un discurso que les dice: ‘sos tu propio jefe, podés tener tus horarios de trabajo'».
El informe reúne los aportes de otros investigadores de la UBA, entre ellos la doctora en Historia Gabriela Mitidieri, la periodista especializada en género Dolores Curia y la socióloga Estefanía Martynowskyj.
Laura Guarinoni