Madrid, 19 mar (EFE).- ¿Qué harías pare recuperar al amor de tu vida? Esa es la pregunta que lanza ‘Un año y un día’, la primera película del director Alex San Martín, que busca volver a poner de moda la comedia romántica, un género que triunfa fuera de España, pero que aquí parece un poco olvidado.
El filme, que se estrena en cines el 21 de marzo, narra la historia de Hugo (interpretado por Luis Fernández), un hombre decidido a recuperar a Sara (Nadia de Santiago), el amor de su vida, aprendiendo a tocar el piano durante un año. Su vecina Nerea (Nicole Wallace) será quien le ayude, impartiéndole clases de piano.
San Martín reconoce que esta temática “no está de moda” en España. “Vamos a intentar que lo esté de nuevo porque, ¿a quién no le gusta una historia de amor?”, reivindica en declaraciones a EFE.
“Es un género como muy americano. Vimos que no podíamos coger referencias actuales en España porque casi no hay, así que las cogimos de películas que se han hecho en Europa y fuera, pero haciéndolas muy nuestras”, cuenta el director, que ha buscado inspiración en clásicos como ‘Dos en la carretera’; la trilogía ‘Antes del amanecer’, ‘Antes del atardecer’, y ‘Antes del anochecer’; ‘Jeux D’Enfants’; y ‘Amélie’.
Esto ha dado como resultado “un cuento mágico narrado en una realidad muy cotidiana y con personajes con los que te puedes identificar”, en sus palabras.
Los actores agradecen trabajar en un proyecto “con luz y esperanza”, como lo describe Nicole Wallace. “Era algo que me apetecía mucho hacer y ver, en tiempos en los que estamos muy centrados en debates sociales, política o cosas más oscuras, que aparezca esta peli e ilumine todo es muy guay”, apostilla.
“Cuenta cosas que nos pasan a todos, que parece que en España no nos pasa lo que aparece en las películas románticas”, bromea Víctor Elias, que se ha encargado de la música del largometraje e interpreta al mejor amigo del protagonista.
Luis Fernández destaca el mensaje que lanza su personaje, el protagonista, quien tras la ruptura con su expareja “elige la vida y el buen camino”. “Podría haberse perdido y elegir otro, pero elige vivir y sacarse de encima ese peso que es a veces el ego”, valora.
Para Nadia de Santiago uno de los puntos fuertes de la película es el final, el cual describe como “bastante abierto, hecho para que cada uno lo complete”, algo que no suele ser común en las comedias románticas, donde el desenlace pocas veces resulta inesperado.
“El final es una de las cosas por las que me gustaba tanto el proyecto. En las comedias románticas, que hay tantas y el patrón se repite tantas veces, parece que sabes qué va a pasar, pero aquí es más realista”, coincide Wallace.
Para San Martín era importante “tener a la gente en tensión”, algo que, en sus palabras, “no es nada fácil en una película romántica”, pero que en ‘Un año y un día’ se ha conseguido.
“Es bueno que el espectador no se espere el final”, asevera Fernández, quien reconoce que él también se ha esforzado por volver a enamorar a una expareja. “Me he trabajado, me he querido y me he cuidado, que es el viaje más difícil”, asegura.
Nicole Wallace, por su parte, ha cogido un avión para que la dejaran, mientras que Elías ha sido “muy moñas”.
“Yo he metido una historia de amor con una ex dentro de esta película en la letra de una canción”, apunta San Martín, quien desea que esa mujer vea su opera prima, pese a que no vive en España.
El director explica que piensa invitar a esa expareja a la premier de la película. “¿Te imaginas que esté mirando la puerta y aparezca ella porque ha escuchado la canción?”, se pregunta.
No sabe si vendrá, pero al menos ya tiene un esbozo de guion para su próximo proyecto.