Un bumerán de colmillo de mamut de 40.000 años, entre los más antiguos de Europa

Los investigadores Sahra Talamo, Paweł Valde-Nowak (i) y Adam Nadachowski (d), firmantes del estudio, con el bumerán. Crédito:  Talamo et al./Imagen cedida por Plos/SOLO USO EDITORIAL

Redacción Ciencia, 25 jun (EFE).- El bumerán se asocia con Australia, pero también se usaba en Europa en el Paleolítico Superior, como demuestra un artefacto de este tipo hecho de colmillo de mamut hace unos 40.000 años y que sería de los más antiguos hallados en el continente.

La herramienta, encontrada en la cueva Oblazowa (Polonia), es un objeto curvo de 72 centímetros de longitud y presenta distintas modificaciones en la superficie que sugieren tanto un desgaste natural como alteraciones humanas intencionadas de alisado y pulido. Los investigadores interpretan que se trata de un bumerán.

La investigación que publica Plos One sitúa este bumerán como uno de los más antiguos de Europa, y “posiblemente del mundo”, lo que arroja luz “sobre las habilidades técnicas y los avances cognitivos del Homo sapiens en la fabricación de estas complejas herramientas”.

El bumerán de marfil de mamut, datado hace entre 42.290 y 39.280 ejemplifica la innovación tecnológica y simbólica de la cueva de Oblazowa.

El equipo encabezado por la Universidad de Bolonia (Italia) destaca además como “aspecto intrigante”, que el bumerán fue hallado cerca de una falange distal de un pulgar izquierdo humano.

Debido al escaso número de artefactos líticos y huesos en ese horizonte arqueológico, “se ha sugerido que los fósiles humanos y el bumerán podrían haber formado parte de un ritual chamánico”, agrega el texto.

El artefacto de la cueva de Oblazowa se parece mucho a los bumeranes australianos del tipo Queensland, y trabajos experimentales han demostrado su capacidad para volar como tal pero sin retorno.

La dispersión de las pruebas sugiere que, aunque el bumerán no era una herramienta omnipresente, su presencia en diversas culturas refleja probablemente innovaciones independientes más que una transmisión directa, lo que demuestra su adaptabilidad a diferentes contextos ambientales y culturales.

A partir del Auriñaciense temprano, el Homo sapiens demostró una mayor capacidad simbólica, ampliando las expresiones artísticas desde la decoración corporal hasta el arte portátil y las herramientas estéticamente refinadas.

Estos esfuerzos artísticos, a menudo entrelazados con fines utilitarios, han suscitado debates sobre su papel simbólico frente al funcional, señala el estudio.

Estos hallazgos, agrega, “ofrecen una valiosa perspectiva de la innovación tecnológica en los primeros tiempos de la humanidad y revelan las soluciones creativas que las sociedades desarrollaron para satisfacer sus necesidades en el tiempo y el espacio”.