Madrid, 16 jun (EFE).- Alrededor de un centenar de manifestantes han vuelto a concentrarse esta tarde en las inmediaciones de la sede federal del PSOE, en la madrileña calle de Ferraz, para pedir la dimisión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al que acusan de “corrupto” y “ladrón”.

Convocada a través de las redes sociales por la organización ultracatólica Hazte Oír, la protesta, que no ha sido comunicada a la Delegación del Gobierno, ha tenido lugar horas después de la comparecencia de Pedro Sánchez en la sede socialista tras la reunión de la Ejecutiva Federal, en el marco de la crisis del PSOE por el informe de la UCO sobre el caso Koldo.
Entre banderas de España, de la Cruz de Borgoña y algunas preconstitucionales, los asistentes a la protesta han coreado cánticos como “Pedro Sánchez, hijo de puta”, “Manos arriba, esto es el PSOE”, “PSOE, traidor, ni obrero ni español”, “No es un gobierno, es una mafia” o “Sánchez, a tu lado, don Vito Corleone es un aficionado”.
Aunque inicialmente la Policía Nacional, que ha desplegado un dispositivo de seguridad formado por agentes de las Unidades de Intervención Policial (UIP), no había cortado el tráfico en la calle de Ferraz, los manifestantes han logrado impedir el tráfico, lo que ha propiciado que finalmente se haya procedido a colocar vallas.
Una mujer asistente a la concentración ha sido detenida después de llamar “gilipollas” a un agente de la UIP cuando este le ha prohibido acercarse a la sede del PSOE y negarse en repetidas ocasiones a dar su documentación cuando iba a ser propuesta para sanción, según ha podido comprobar EFE en el lugar de los hechos.
A pesar de los múltiples intentos de los efectivos policiales, que le han advertido más de una docena de veces que debía aportar su documentación, y ante la actitud de la mujer, que no dejaba de vociferar, grabar a los policías y negarse a sacar el DNI, finalmente ha sido arrestada.
El pasado viernes unas 3000 personas marcharon desde el intercambiador de transportes de Moncloa hasta las inmediaciones de la sede del PSOE, convocadas por Vox, cuyo líder Santiago Abascal, asistió a la manifestación.
La Policía Nacional cargó contra un grupo de manifestantes, en su mayoría jóvenes vinculados a organizaciones de ultraderecha, que llamaban a «tomar La Moncloa» tras participar en la marcha.