Madrid, 8 oct (EFE).- El derrumbe del edificio de la calle Hileras en el centro de Madrid en el que fallecieron cuatro personas se inició por el colapso de la terraza de la quinta planta, lo que hizo que se desplomaran los forjados del resto de pisos hasta el sótano.
En declaraciones a los medios, el responsable de Guardia de los Bomberos de Madrid, Miguel Seguí, ha confirmado que en esa quinta planta donde se inició el derrumbe no estaba trabajando ningún obrero en el momento del siniestro.
En total, cedieron siete forjados con una altura de 50 metros, que provocaron una cantidad de escombros que en algunos lugares llegaron a los tres metros de altura.
Seguí ha apuntado como causa del derrumbe a una «suma de factores» que ya se están investigando, aunque ha preferido no apuntar a ninguna causa en concreto, porque eso será trabajo de los investigadores.
Precisamente a esta hora se encuentran en el lugar del siniestro algunas dotaciones de bomberos.
La Policía Municipal se encarga de investigar lo ocurrido y en el interior del edificio trabajan agentes de la Policía Judicial, entre ellos personal especializado en la investigación de siniestros laborales y agentes especialistas en realizar inspecciones oculares y técnico policiales.
Entre las posibles hipótesis, que Seguí ha precisado que se trata de «suposiciones» ya es la Policía la que tendrá que dilucidarlo, el responsable de los bomberos ha explicado que el derrumbe podría estar relacionado con alguna práctica propia de este tipo de trabajos, como la reducción de cargas, la eliminación de tabiquerías o la eliminación de alguna zona de pendiente sobre el forjado para eliminar el peso.
También ha precisado que en la zona centro de Madrid es «muy difícil» acopiar material de construcción, por lo que es habitual hacerlo en la cubierta y puede que justo en este caso haya tocado una zona sensible.
Sobre el lugar en el que se encontraban las víctimas, Seguí ha señalado que los responsables de la obra habían comunicado que un trabajador estaba en las plantas superiores; una mujer, en la oficina técnica, que había ido al aseo en ese momento, y otros dos trabajadores en la planta del sótano, lo que coincidió con la secuencia en la que han encontrado los cuerpos.
Las cuatro víctimas mortales son una responsable llamada Laura (en un principio se informó de que era la arquitecta del proyecto), y tres obreros identificados como Dambéle, Alfa y Jorge, originarios de Malí, Guinea y Ecuador, de entre 30 y 50 años, todos ellos empleados de la empresa constructora ANKA.
A preguntas de los periodistas, ha recordado que ayer los bomberos ya descartaron que hubiera más personas entre los escombros, ya que en la última pasada los perros «no marcaron ningún tipo de indicio» en este sentido.
14 horas de laborioso rescate

Seguí ha relatado que los trabajos de rescate comenzaron a la una de la tarde de ayer y la última víctima fue rescatada a las tres de la mañana y fue «muy laborioso», ya que primero hubo que asegurar la zona porque había muchos escombros con riesgos de caída y estos se encontraban muy apelmazados y compactados, por lo que había que trabajar «a mano».
Por «suerte», el espacio interior de las plantas del sótano eran bastante grande y se trataba de un espacio «totalmente limpio» de tabiquería y obstáculos, por lo que pudieron hacer el desescombro directamente hacia la parte de atrás de esa estructura.
Ahora, los bomberos están comprobando cómo ha quedado el edificio con la Policía Científica para que ellos puedan hacer un informe y seguir con la investigación.
Después, se encontrarán con control de la edificación y con la propiedad para ver «quién se responsabiliza técnicamente» de los muchos trabajos que quedan por hacer, sobre el resto de escombros que aún no han sido retirados y los elementos colgantes y peligrosos. EFE
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