Un cómic sobre clases sociales de Bourdieu da a los jóvenes una “poderosa herramienta”

Imagen de Pierre Bordieu cedida por Garbuix.

Marina Estévez Torreblanca

Madrid, 7 mar (EFE).- ‘La Distinción’ de Pierre Bourdieu demuestra que las clases sociales modelan los gustos y aspiraciones de sus miembros, una “poderosa herramienta de emancipación” en forma de ensayo con la pega de ser “extremadamente difícil de leer”, motivo por el que la dibujante Tiphaine Rivière decidió adaptarlo a un entretenido cómic.

“Como mi objetivo era acercar estos conceptos a adolescentes a partir de 15 años decidí contar una historia en la que pudiéramos adentrarnos en la vida de los personajes”, ha señalado Rivière en una entrevista con EFE poco después de que Garbuix haya publicado su obra en español.

La célebre obra original del sociólogo francés, publicada en 1979, tiene 670 páginas “y muchos pasajes con un nivel de lenguaje verdaderamente complejo, lo que lo hace inaccesible para cualquiera que no lo haya estudiado extensamente”, insiste la también autora de ‘Maldita tesis’ (Grijalbo).

En esta adaptación de casi 300 páginas en blanco y negro, las aventuras de unos jóvenes de instituto de distintos orígenes permiten entender intuitivamente los conceptos de Bourdieu, que después son explicados brevemente ya con palabras precisas.

Para Rivière valía la pena acercar a quien más puede necesitarlo el psicoanálisis social que hizo Bordieu, que describió el sistema de gustos y valores de cada grupo social, desde la forma de vestir de sus miembros, a lo que les gusta comer, la decoración de interior, los tipos de amigos que aprecian, sus ideas políticas, su visión de las parejas y de las familias, etcétera.

“Cuanto más nos acercamos al grupo que se nos parece, más vertiginoso resulta: nos damos cuenta de que todos nuestros gustos, aspiraciones o cualidades que creíamos personales son en realidad características sociales”, subraya la autora.

Entender que funcionamos en grupos opacos con mundos sellados y sin comprender los códigos de los demás sirve para facilitar la cohesión social y la transición de una clase a otra. “Salimos de esta lectura comprendiéndonos mejor a nosotros mismos y negándonos a ser asignados a un lugar fijo en la sociedad: queremos derribar estos muros”, explica la dibujante.

En su cómic, un joven profesor de instituto convence a unos jóvenes inicialmente desganados y apolíticos que ellos mismos están encasillados por sus clases sociales. Los alumnos empiezan a mirar a sus familias con otros ojos. La forma de vestir de sus padres, la comida que comen, la manera de decorar sus casas, la música que escuchan… todo adquiere de repente un nuevo significado. Incluso empiezan a cuestionarse sus propias elecciones.

Las referencias culturales han cambiado respecto a la publicación original, pero para la dibujante y escritora, aunque ahora tengamos la impresión de que las clases sociales son menos fijas, lo cierto es que “el sistema que describe Bourdieu no ha cambiado en absoluto en su estructura” y de hecho “las diferencias sociales son cada vez más fuertes”.

Y se mantiene vigente la enseñanza de Bourdieu sobre un sistema cultural que hace creer a gente que no tenía cartas que si hubieran sabido jugar podrían haber ganado. “Tengo la impresión de que todo vuelve siempre a él, pero después de pasar dos años con ‘La Distinción’ sin duda me he vuelto un poco obsesiva”, bromea Rivière.