Haro (La Rioja), 29 jun (EFE).- Una multitudinaria ‘batalla’ ha teñido este domingo el paraje de los Riscos de Bilibio, en Haro (La Rioja), donde más de 10.000 personas, provenientes de diferentes puntos de España y del extranjero, se han lanzado sin descanso más de 40.000 litros de vino, lo que, en cuestión de minutos, ha convertido este paraje natural en un espectáculo cromático.
El concejal de Festejos de Haro, Borja Merino, ha explicado a EFE que se han superado todos los pronósticos de asistencia, al ser el domingo la festividad de San Pedro, y el buen tiempo ha animado a muchos jarreros a aguantar de fiesta hasta el amanecer para participar en esta tradición, declarada fiesta de interés turístico nacional en 2011 para «celebrar la fiesta del vino».
La batalla ha comenzado oficialmente a las 9:00 horas, después de la misa en la ermita de San Felices y de colocar el pendón de la localidad sobre los Riscos, aunque desde una hora antes ya se han iniciado los primeros repuntes de lanzamiento del vino entre los participantes, todos con vestimenta blanca, algunos con pañuelo rojo anudado al cuello y motivos con la bandera cuatricolor de La Rioja.
El Ayuntamiento de Haro ha tenido que habilitar un autobús más de los cinco previstos para facilitar a los ‘batalladores’ la subida hasta las campas de Bilibio; además de los que lo han hecho con sus vehículos, incluso un tractor, provistos también con sus garrafas de vino, ha indicado.
Canadienses, australianos y asiáticos son algunas de las nacionalidades que se han mezclado entre los varios miles de participantes en la fiesta, en la que, a ritmo de charangas, se han empleado todo tipo de instrumentos, como sulfatadoras, garrafas, garrafones, recipientes de plástico, cubos y pistolas de agua, convertidas en lanzaderas del vino, pese a que la recomendación del Ayuntamiento es el uso de la tradicional bota.
El Ayuntamiento de Haro ha donado unos 3.000 litros de vino, mientras que el resto los han aportado los propios ‘batalladores’, que han subido a este pintoresco paraje, situado a unos 6 kilómetros del casco urbano de Haro, y que, en cuestión de minutos, se ha teñido de vino.
«La sonrisa de la gente»
Algunos de los extranjeros participantes ya son asiduos también a la Batalla del Vino, que tienen en su agenda de calendario y, cada año, acuden a la localidad para disfrutar de sus fiestas, sus bodegas y, después, trasladarse a Pamplona para celebrar San Fermín.
Otros han llegado en todoterreno por el monte, como es el caso de miembros de la Peña Raposo, de Villalba de Rioja, que vienen a cumplir con la tradición, aunque antes llegaban en tractores, «a tirarnos vino e intentar sobrevivir», ha detallado a EFE una de sus componentes.
También han participado de regiones limítrofes, en este caso del País Vasco, que deciden sumarse a esta fiesta, que es «la mejor de España por el buen rollo que hay entre la gente», ha añadido uno de los ‘guerreros’, con su camiseta empapada de vino.
«Es increíble que te mojen de vino y ver las caras de sonrisa de la gente», a lo que ha acompañado también un día con muy buena temperatura, ha añadido este vecino de Vitoria.
El dispositivo de Cruz Roja también ha estado presente, con personal sanitario y ambulancias, en prevención, sobre todo por la previsión de altas temperaturas, ha indicado uno de sus responsables, quien ha apelado a «disfrutar con cabeza y pasarlo bien».
