Raquel Segura y Carlos Bazarra

València, 6 sep (EFE).- Un gran homenaje colectivo de una veintena de artistas y grupos al enorme legado musical de Nino Bravo, la voz valenciana más universal, ha alumbrado este sábado la inauguración oficial del Roig Arena, el ambicioso pabellón multiusos de València que será también la nueva casa del Valencia Basket.

Con una estética exterior futurista, este recinto multiusos, ubicado a quince minutos a pie de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, es ya una realidad tras el impulso directo del empresario y dueño de Mercadona Juan Roig tras una inversión de 400 millones de euros y con una previsión de que más de un millón de personas asistirán a algún concierto, evento corporativo o partido del Valencia Basket en su primer año.
Para su inauguración se ha elegido una puesta de largo bautizada como ‘Bravo, Nino’ en forma de gran concierto colectivo de homenaje a un icono popular y uno de los mitos valencianos más queridos, fallecido en accidente de tráfico en 1973 cuando solo tenía 28 años pero con una carrera plagada de éxitos, tanto en España como en América, asentados como éxitos masivos coreados a pleno pulmón y sin fin.
Muchos de esos himnos de la música popular han sonado de nuevo en directo con una orquesta de 27 músicos tocando en directo en el Roig Arena a cargo de una veintena de cantantes y grupos, desde David Bisbal, Pitingo y Malú hasta Víctor Manuel, Miguel Poveda y Marta Sánchez, pasando por Sole Giménez, La casa azul, Vanesa Martín, Chambao, Revólver, Andrés Suárez, La habitación roja, Pablo López, Eva Ferri y Juanjo Bona.
El espectáculo ha seguido un guion «dinámico y emotivo», como planteaba la organización, ante un público entregado que había agotado desde hace semanas las casi 20.000 entradas que componen el aforo de la nueva catedral de la música, en la ciudad que siempre se ha vanagloriado de vivir por y para la música.
Cada uno de los artistas ha interpretado un tema del cantante nacido en Aielo de Malferit (Valencia) en 1944, cuyo holograma en 2D se ha proyectado en varias ocasiones a lo largo de todas las actuaciones en una gran pantalla para crear un innovador dúo virtual con algunas de las voces más reconocidas e internacionales del panorama nacional, que han hecho suyos algunos de los hitos de la banda sonora de varias generaciones y del cancionero más recurrente de los karaokes.
“La Mari” de Chambao, con “Mi tierra”, una de las canciones más conocidas de Nino Bravo, ha arrancado los primeros aplausos.
Tras ella, Pitingo ha sido uno de los más aclamados tras entonar “Es el viento” canción a la que ha dado su toque flamenco y tras su actuación ha agradecido cantar “a un genio” al que según ha dicho “me hubiera gustado conocer”.
La “sorpresa” ha venido cuando Eva Ferri, la hija de Nino Bravo ha cantado a dúo con su padre “Vuelve” junto a un holograma que ha devuelto al escenario al malogrado homenajeado.
Ferri ha agradecido el cariño y el respeto hacia el legado de su padre y ha afirmado que mientras haya una persona escuchando a Nino Bravo, «jamás se irá”.
Víctor Manuel ha sido recibido con una sonora ovación al cantar “Libre”. Momentos antes de subir al escenario, el intérprete asturiano ha recordado que coincidió con Nino Bravo “tan solo unos meses antes de su muerte”; y tras su actuación, se ha arrodillado y besado el escenario señalando: «gracias por tanto, Nino».
La valenciana Sole Giménez, con su estilo elegante, ha hecho las delicias del Roig Arena con “Te quiero, te quiero”, otra de las canciones más universales de Nino Bravo, coreada por 20.000 almas.
El cantante Luís Cortés, la niña Sandra Valero, La Habitación Roja, Carlos Goñi de Revólver, Varry Brava, han puesto “el toque valenciano” al homenaje a Nino Bravo.
El “toque jotero” de “Esta será mi casa” lo ha puesto Juanjo Bona, con muchas fans entre el público más joven. La suya ha sido una de las voces más potentes de la noche y se ha reconocido: “agradecido de poder cantar a uno de mis ídolos, con el que aprendí a cantar”.
“Tú cambiarás”, en la voz de Marta Sánchez, y tras ella Varry Brava, La Habitación Roja y La Casa Azul han puesto el punto indie de la velada, que ha tenido otro de los puntos álgidos con las auténticas voces de Miguel Poveda, Pablo López y Vanesa Martín.
El internacional David Bisbal, con «América» y «Un beso y una flor» ha cerrado una velada en la que todos los artistas han salido de nuevo al escenario junto a la familia de Nino Bravo.
Tras cinco años de obras, la previsión anual de impacto económico del Roig Arena es de 150 millones de euros y la de creación de empleos directos de unos quinientos, según los cálculos de los responsables de un recinto que aspira a estar en la élite de los grandes de Europa y a nivel mundial y que se ha volcado en la insonorización para no causar problema alguno al vecindario, como se ha comprobado en mediciones previas a la inauguración.
Entre los próximos conciertos ya programados para los próximos meses y hasta 2026 -algunos de ellos con todo vendido- figuran desde Joaquín Sabina, Raphael, Ana Belén, Fito y Fitipaldis, The Waterboys, Roxette, Manuel Carrasco, Camilo y Sebastián Yatra hasta Quevedo, Anuel AA, Mónica Naranjo, David Bisbal, Loquillo, Rusowsky, Dani Martín y Hans Zimmer. EFE
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