Julio César Sánchez

Albacete, 11 sep (EFE).- Una seria corrida en cuanto a presentación, aunque de comportamiento desigual, de Santiago Domecq, nutrió de contenido una tarde en la que lo más destacado llegó en el cuarto, premiado con la vuelta, y que propició la salida a hombros de Sebastián Castella, mientras que un pulcro Perera se fue de vacío y un irregular Borja Jiménez paseó una oreja.

Abrió plaza un colorado muy manejable con el que Sebastián Castella anduvo correcto. Pero el toro mereció más. Con su habitual hieratismo, el francés lo pasó por los dos pitones -más por el derecho- abusando de muñecazo en algunos momentos y con rigidez en todos. A pesar de lo apuntado, de haber colocado la espada con mayor corrección, a buen seguro la ovación que saludó habría sido una oreja.
El cuarto tuvo motor, alegría, y clase, y Castella lo lució en el emocionante inicio por la espalda en los medios. La pujanza del toro ya se apreció en el tercio de banderillas y se confirmó en el último.
El francés lo lució a veces y lo ahogó otras con cercanías; unas veces encadenó los muletazos, y otras cortó la inercia de los aplausos abortando la ligazón. En esta ocasión, en lugar de manoletinas, cerró por bernardinas y se originó una leve -y desproporcionada- petición de indultó que quedó en vuelta para el toro y dos orejas para el torero.
Miguel Ángel Perera, en su primer toro, acumuló mérito por sortear los derrotes con los que el de Santiago Domecq adornó sus acometidas, llevándolo largo y por abajo, si bien centró el trasteo en el áspero pitón derecho, y no terminó de apostar por el izquierdo, lado por el que logró la serie que despertó mayores olés, sin volver a ese pitón. El trasteo fue a menos, tanto que no se pidió trofeo alguno a pesar de matar a la primera con efectividad.
El ensabanado quinto levantó una ovación por su presencia y seriedad. Luego, quiso más que pudo. Es decir, fue tras la muleta, aunque de manera algo desordenada, incluso cambiando el pitón a veces. Perera estuvo técnicamente impecable, con el comienzo en los medios con pase cambiado por la espalda de casi siempre, mas el trasteo se mantuvo en un nivel medio que no encendió los ánimos en los tendidos.
El recibo a la verónica de Borja Jiménez en el tercero iba camino de cante grande, pero una voltereta del toro al clavar los pitones lo frustró.
Luego no anduvo fino el sevillano en el último tercio, que comenzó con pase cambiado por la espalda en los medios (el primero de los tres que veríamos a lo largo de la tarde), momento que supuso el cénit, ya que después se alternaron momentos de vibración y ajuste, con otros menos acoplados. Ello no fue óbice para que se le pidiera, sin excesivo convencimiento, y concediera una oreja.
El que cerró plaza tuvo disparo, aunque sin terminar el viaje ni entregarse. Jiménez no gastó sutilezas por el pitón derecho para incitar sus arrancadas, remisas a veces, y anduvo algo más armónico por el izquierdo, sin levantar los ánimos por la desigual de las acometidas, y marrando con el acero.
FICHA DEL FESTEJO
Se lidiaron seis toros de Santiago Domecq, bien presentados. Primero muy manejable. Segundo dejándose aunque con embestidas algo defensivas. Tercero bravo, aplaudido en el arrastre. Cuarto bravo, de nombre Imperial, número 65, fue premiado con la vuelta al ruedo. Quinto falto de ritmo aunque manejable. Sexto sin terminar de romper y falto de entrega.
Sebastián Castella (de sangre de toro y oro): casi entera trasera (ovación con saludos); casi entera perpendicular (dos orejas). Salió a hombros.
Miguel Ángel Perera (de sangre de toro y oro): estocada entera arriba (ovación); entera desprendida y descabello (ovación con saludos).
Borja Jiménez (de gris plomo y oro): estocada entera desprendida (oreja tras aviso); tres pinchazos y más de medía arriba (silencio tras aviso).
Plaza de toros de Albacete. Corrida de toros. Cuarto festejo de feria. Tres cuartos de entrada.