Un nuevo mosaico hallado en Écija (Sevilla) corrobora el lujo, la ostentación y la riqueza de Roma

Una parte del mosaico del primer cuarto del siglo III de 27 metros cuadrados, del que se conserva en muy buen estado el 60 por ciento y que ha sido excavado este verano en Écija (Sevilla), da muestra del lujo, la ostentación, la riqueza y el elevado nivel artístico del que disfrutaron las aristocracias locales del imperio Romano.EFE/José Manuel Vidal

Alfredo Valenzuela

Sevilla, 27 ago (EFE).- Un mosaico del primer cuarto del siglo III de 27 metros cuadrados, del que se conserva en muy buen estado el 60 por ciento y que ha sido excavado este verano en Écija (Sevilla), da muestra del lujo, la ostentación, la riqueza y el elevado nivel artístico del que disfrutaron las aristocracias locales del imperio Romano.

El mosaico se corresponde con el suelo de un ‘oecus’ o comedor que también servía de recibidor en una casa palacio de 1.200 metros cuadrados de planta y que poseía dos alturas, y en la misma excavación se ha hallado parte de una cornisa de la misma dependencia pero no en mármol, como es más habitual, sino en estuco.

 El arqueólogo municipal de Écija, Sergio García-Dils, que ha dirigido la excavación en la que han intervenido otros 13 arqueólogos y una restauradora de la universidad Autónoma de Barcelona, ha explicado que lo raro de este tipo de cornisa en estuco no es porque fuera infrecuente en el mundo romano sino por lo difícil que es que se conserve y pueda ser extraída además en una excavación.

El dibujo de la cornisa interior de la habitación repite los mismos motivos geométricos del mosaico, para componer una decoración «a juego» de toda la estancia, si bien el mosaico en su parte central reproduce formas geométricas todavía más complejas, como un meandro de esvásticas que delimita ocho recuadros.

Colores espectaculares

Un mosaico del primer cuarto del siglo III de 27 metros cuadrados, del que se conserva en muy buen estado el 60 por ciento y que ha sido excavado este verano en Écija (Sevilla), da muestra del lujo, la ostentación, la riqueza y el elevado nivel artístico del que disfrutaron las aristocracias locales del imperio Romano.EFE/José Manuel Vidal

En estos ocho recuadros se reproducen imágenes antropomórficas que representan las cuatro estaciones del año y en los otros cuatros imágenes de aves, de las que se conservan casi completas la primavera y el verano, y una perdiz y una pareja de faisanes.

Estas imágenes posen unos colores espectaculares, ya que, según García-Dils, cuando se trataba de colores que no se encuentran en la naturaleza los conseguían mediante teselas de pasta de vidrio, como los azules intensos que tienen las imágenes de la primavera y de los faisanes.

El mosaico ha resultado muy interesante para los arqueólogos porque permite estudiar cómo fueron las sus restauraciones un siglo después de su confección, cuando en el siglo IV ya se había perdido la técnica original, también la calidad de las teselas, y los artesanos los arreglaban de manera mucho menos refinada.

Esa decadencia artística, según García-Dils, se corresponde con la decadencia en otros ámbitos, como el económico y social, provocada por la crisis que supuso que el Estado dejara de intervenir el comercio del aceite de oliva, base de la riqueza ecijana de la época -se han hallado ánforas de aceite de la comarca en toda la cuenca mediterránea- y su comercialización se hiciera a menor escala.

Dos millones de teselas

El arqueólogo municipal de Écija (Sevilla), Sergio García-Dils, junto al nuevo mosaico de 27 metros cuadrados hallado en el centro de esta ciudad, que corrobora, el lujo, la ostentación y la riqueza que disfrutaron las aristocracias locales romanas durante el siglo III, gracias al comercio del aceite de oliva. EFE/José Manuel Vidal

El ‘oecus’ pertenece a la misma casa palaciega en el que se han excavado otros mosaicos con anterioridad, como el de un patio con una extensión de casi 120 metros, y el de un ‘triclinium’ o comedor para reuniones festivas, de modo que de sus 1.200 metros cuadrados de planta al menos 400 estaban cubiertos por mosaicos, y los arqueólogos calculan que solo para esta casa se confeccionaron dos millones de teselas.

Esta casa palacio de la que también se han descubierto paredes con pinturas murales decorativas, con haber sido muy rica, no es tan rutilante como la colindante con ella, en la que además de restos de pinturas murales, estucos y mármoles -muchos de ellos procedentes de Carrara y de Grecia- se encontró un pavimento de tarecea de mármoles procedentes de distintos puntos del Mediterráneo.

Los trozos de los mosaicos que no se conservan se perdieron en obras efectuadas durante la Edad Media, ya que el yacimiento romano se halla en el mismo solar que ocupó posteriormente el alcázar de la ciudad, en el centro del casco urbano de la ciudad y donde a principios de este siglo había un núcleo chabolista cuyos vecinos hubieron de ser reubicados en viviendas sociales.

La alcaldesa de Écija, Silvia Heredia, ha asegurado a EFE que el Ayuntamiento no escatimará en proteger el yacimiento, en divulgar su riqueza histórica y en proseguir las investigaciones arqueológicas, así como en hacer un auditorio anexo que tenga como fondo la iglesia de San Gil, cuya torre es una más de las que caracteriza el perfil de la ciudad.