Un pequeño fósil de 240 millones de años sería el miembro más antiguo de los lepidosaurios

Imagen del fósil del espécimen holotipo de Agriodontosaurus helsbypetrae. Crédito: Thitiwoot Sethapanichsakul/Universidad de Bristol/SOLO USO EDITORIAL

Redacción Ciencia, 10 sep (EFE).- Un pequeño fósil parecido a un lagarto procedente de Devon (Reino Unido), que data de hace unos 244-241,5 millones de años, podría ser el miembro más antiguo conocido del grupo de reptiles conocidos como lepidosaurios.

Un estudio encabezado por la Universidad de Bristol (Reino Unido) y que publica Nature describe ese fósil, que es entre 3 y 7 millones de años anterior al lepidosaurio más antiguo conocido hasta la fecha.

Los lagartos pertenecen al grupo de vertebrados terrestres más rico en especies, los lepidosaurios, que incluye alrededor de 12.000 especies de lagartos y serpientes (Squamata), así como una única especie de los rincocefálicos el tuátara de Nueva Zelanda.

El fósil encontrado pertenece a los rincocefálicos y muestra una mezcla de rasgos, entre los que se incluyen un cráneo inmóvil y una barra temporal inferior abierta, así como grandes dientes cónicos y órbitas relativamente grandes.

Este nuevo fósil «no muestra casi nada de lo que esperábamos», ni dientes en el paladar ni signos de articulación, explicó Dan Marke, uno de los firmantes del artículo en un comunicado de la Universidad de Bristol.

Sin embargo, agregó, tiene la barra temporal abierta en el cráneo y posee unos dientes «espectacularmente grandes en comparación con sus parientes más cercanos».

Esas características sugieren que el pequeño reptil era un insectívoro especializado que cazaba presas grandes y rápidas, como cucarachas y saltamontes.

Con una importante abertura en la mandíbula, podía ejercer rápidamente una fuerza de mordida considerable, sujetar y cortar a su presa y luego manipularla con la lengua antes de tragarla, tal y como hace hoy en día el tuátara.

El nuevo animal «no se parece a nada de lo descubierto hasta ahora y nos ha hecho replantearnos la evolución de los lagartos, las serpientes y los tuátaras», afirmó Marke sobre el fósil, al que nombraron Agriodontosaurus helsbypetrae, que significa «lagarto de dientes feroces de la roca de Helsby».

Este espécimen no solo proporciona información importante sobre el cráneo ancestral de todos los lepidosaurios, sino que también se suma al creciente conocimiento de que el tuátara, aunque a menudo se le denomina ‘fósil viviente’, pertenece a un orden de reptiles antiguos que en su día fue muy diverso y que cuenta con una rica historia evolutiva.

El fósil se remonta al Triásico Medio, justo antes de la aparición de los dinosaurios, y desde entonces los lepidosaurios se han diversificado en varias etapas.

Su éxito -señala la nota- se debe a su increíble capacidad para capturar insectos y otras presas utilizando una variedad de adaptaciones extraordinarias, entre las que se incluyen sus mandíbulas altamente flexibles y, en el caso de algunas serpientes y lagartos, el uso de veneno.